Cardo mariano para ayudar al hígado, el 'superhéroe' del cuerpo que más sufre los excesos en estas fechas

  • Siete de cada 10 españoles abusa del consumo de grasas, azúcares y alcohol durante las celebraciones navideñas, lo que implica un aumento de peso de entre dos y cinco kilos por persona

  • Junto a las plantas tradicionales para mejorar las digestiones, como el te, la manzanilla, la menta o el anís, los laboratorios farmacéuticos han descubierto el cardo mariano, un protector natural del hígado

Se avecinan días de grandes comilonas. Estamos, incluso, preparados para un aumento de peso que damos casi como seguro, pero no para otros efectos añadidos. Los españoles ingerimos hasta un 30% más de las calorías recomendadas durante las Navidades por los excesos alimenticios con la comida y la bebida que se cometen en las celebraciones con familia y amigos, según una revisión de datos realizada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO) y la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).

El hígado es un superhéroe del organismo: depura, libera de tóxicos y crea los nutrientes necesarios para un buen desarrollo

Empleamos el verbo ‘cometer’, como si estuviéramos realizando un hecho delictivo. No sabemos si llega a la categoría de delito, pero las copiosas comidas de las fiestas, que suelen ir más allá de los días señalados en el calendario, castigan el hígado hasta límites preocupantes. Literalmente.

El hígado es una especie de súper héroe del organismo: procesa, descompone y equilibra la sangre, crea los nutrientes y metaboliza los medicamentos de forma que el cuerpo pueda usarlos sin que resulten tóxicos. Hay más de 500 funciones vitales relacionadas con el hígado. Sin embargo, ignoramos toda su compleja maquinaria. Una única cena de Navidad puede llegar a contener hasta 1.400 calorías, el doble de una cena copiosa y el triple de la cantidad recomendada, la formulada en el modelo clásico de ‘desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un pobre”.

Festivales de comida y bebida

El 73% de los españoles realiza entre una y cuatro comidas o cenas con familiares o amigos durante las fiestas navideñas, según datos de INFITO y la SEDCA. “Realizar comidas demasiado abundantes, altas en grasas y azúcares, junto con el consumo de bebidas alcohólicas, favorece la aparición de peores digestiones, sensación de malestar, pesadez o alteraciones gastrointestinales como diarrea, náuseas, reflujos o síntomas de acidez”, advierte Andrea Calderón, nutricionista de la SEDCA. Los excesos con la comida y la bebida pueden provocar hinchazón de estómago, ardores, indigestión o náuseas, unos síntomas digestivos que se pueden compensar con la toma de preparados farmacéuticos. “Los preparados farmacéuticos a base de plantas medicinales ayudan a combatir el malestar, ardor o sensación de hinchazón tras las comidas muy abundantes”, asegura Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta de INFITO.

Cansancio, somnolencia y menos energía, características de un hígado cansado

Si estos excesos se realizan de forma continuada, como ocurre durante las Navidades, “se perjudica al funcionamiento del hígado, encargado de metabolizar los excesos de comida y bebida, lo que puede causar cansancio, somnolencia y menos energía” según explica Calderón. Asimismo, según datos de INFITO y la SEDCA, durante las celebraciones de Navidad se puede engordar entre dos y cinco kilos debido a los llamados atracones y el consumo excesivo de alcohol. Cada comida navideña puede contener más de 1.100 calorías a las que se debe añadir el consumo de bebidas alcohólicas como cerveza, vino, champán o licores de alta graduación. Ocho de cada diez españoles afirman que se exceden durante las semanas de las Navidades, lo que repercute de forma negativa en su salud digestiva.

“Un día de celebración como puede ser Nochebuena o Nochevieja se suele comer hasta un 200% más de las calorías habituales e incluso el triple de las calorías recomendadas”, comenta la nutricionista. Por ejemplo, según datos de INFITO y la SEDCA, Cantabria es una de las comunidades autónomas donde más calorías se consumen en estas fechas, ya que se pueden llegar a ingerir más de 1.400 calorías pues el menú típico navideño se compone de cochinillo o lechazo al horno, caracoles a la montañesa y postres, como las torrijas o sobaos.

El poder de las plantas para la protección del hígado

Tomar infusiones de te, manzanilla, menta o anís son viejos aliados contra las digestiones pesadas. A estas sustancias se une un descubrimiento: el cardo mariano, una planta medicinal que favorece el buen funcionamiento del sistema digestivo y la protección del hígado por su alto contenido en silimarina, un antioxidante natural y hepatoprotector, que ayuda a compensar la toxicidad generada, entre otras cosas, por el abuso de alcohol.

A diferencia de otras plantas, cuyo consumo es mejor es infusión, el cardo mariano es más efectivo en comprimidos

El uso del cardo marino está aprobado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para el alivio sintomático de trastornos digestivos, sensación de plenitud e indigestión y para mantener el buen funcionamiento del hígado. “En estos casos, la toma de preparados farmacéuticos de cardo mariano, con los estándares exigidos, favorece el funcionamiento del sistema digestivo y hepático, entre otros beneficios terapéuticos”, explica Teresa Ortega. A diferencia de las plantas habituales, cuyos principios activos se mantienen inalterables como infusión, el cardo mariano conserva mejor sus propiedades en forma de comprimidos.

Trucos para comer sano en Navidades

Los nutricionistas advierten de que una sola comida navideña puede incrementar nuestra ingesta en más de 1.100 kilocalorías. “Semejante atracón de calorías en cuestión de dos horas hará que nuestra digestión sea más pesada, y nos encontremos más cansados y con más sueño”, afirma Andre Calderón. Cuando los excesos pantagruélicos acechan, ¿qué podemos hacer? Estas son las pautas aconsejadas por médicos y expertos en nutrición:

  • Identificar el hambre real y el hambre social, el que se da cuando estamos acompañados. Comer con los amigos o la familia es un placer, siempre que no termine en una ingesta compulsiva.
  • Planificar bien los menús y compensar los excesos. Es bueno compensar los días de menús pesados o abundantes con otros más ligeros.
  • Escoger alimentos frescos y naturales, en lugar de ultraprocesados, más grasos y azucarados.
  • Evitar el consumo de alcohol y escoger entrantes más ligeros y menos grasos, dándole mayor protagonismo a las verduras, mejor cocinadas en lugar de crudas para facilitar la digestión
  • Los segundos platos, mejor a la plancha o asados.
  • Disfruta del entorno y no focalices en la comida. Degusta el sabor y pon en valor la compañía y el ambiente. Automáticamente empezarás a comer más lento y seguramente, menos.

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