Bajar de peso a partir de los 50 no es nada fácil. Está demostrado que el metabolismo basal alcanza su punto álgido a los 30 años y, a partir de ahí, se ralentiza y todo se hace más complicado. Si a esto le juntamos los atracones culinarios de la Navidad, la mezcla es explosiva y solo nos queda una solución: la dieta.
Sin embargo, elegir una buena dieta para perder peso no siempre es fácil. Lo recomendable es que esta esté recomendada por un especialista que, a su vez, nos sirva como guía para que sea lo más eficaz posible. Elegir entre una dieta cetogénica, hipocalórica, disociada y muchas más variantes y que además sea saludable es complicado.
Si deseas emprender el camino por tu cuenta y riesgo y probar con alguna dieta que te dé resultados a corto plazo has de tener cuidado con el llamado 'efecto rebote'. En todo caso, aquí te dejamos algunas de las que están más de moda (aunque no por ello sean más efectivas o saludables).
Todas las claves de la cronodieta
Está basada en comer determinados alimentos a unas horas en concreto. Sus creadores, los nutricionistas Alaian Delabos y Mauro Tordisco, proponen que un mismo alimento puede transformarse en energía o en grasa dependiendo de la hora del día a la que lo tomemos. Esto se basa en que nuestro cuerpo consume energía en función del gasto que prevea: por eso, no es lo mismo ingerir alimentos en las horas centrales del día que a última hora, antes de irnos a dormir, cuando el cuerpo se relaja y el consumo energético se desploma.
Marcando como límite para cenar las 21h, la cronodieta divide el resto del día así: de 7 a 8:30h, el desayuno; entre las 10 y las 11h, el almuerzo; la comida, entre las 13.30 y las 14.30h; la merienda, entre las 16 y las 17h; y la cena, como tarde, a las 21h. Si queremos tomar algo antes de dormir, que sea muy ligero, como una infusión o membrillo sin exceso de azúcares.
Todas las claves de la dieta Okinawa
Más que una dieta en sí misma es una forma de vida. Concretamente la que llevan los habitantes de la isla de Okinawa, en Japón, donde 34 de cada 100.000 llegan a superar los 100 años. Esta zona del mundo es, además, una de las denominadas 'blue zones', donde mejor se vive y mayor calidad de vida existe, y una de esos factores es la alimentación.
En este tipo de estilo de vida se elimina por completo los alimentos procesados y los lácteos y se da una gran importancia a raíces vegetales como la batata morada, las algas, las verduras, los granos, la soja y los pescados, aunque estos solo aportan un 2% del total de la alimentación. En cuando a las frutas, tan solo permite algunas como frambuesas, fresas, limones, arándanos o pomelos. Su método consiste en dejar de comer antes de estar completamente saciado, comer relajado y pequeñas cantidades.
Todas las claves de la dieta Keto
Este tipo de dieta puede tener un 'efecto rebote' bastante importante. Su filosofía es, como cualquier dieta cetogénica, restringir al máximo la ingesta de carbohidratos, de tal manera que el organismo tenga que utilizar las reservas de grasa como combustible.
El problema con la Dieta Keto viene en que realmente esto no ocurre así del todo. En un primer momento se pueden ver resultados muy rápidos porque el cuerpo pierde líquidos y se 'deshincha'. Sin embargo, cuando se van incorporando de nuevo los hidratos de carbono (indispensables para nuestro organismo), si no se hace de una manera muy controlada se puede ganar mucho más peso del que se ha perdido.