Después de los excesos navideños, sabemos que el mes de enero es el elegido para los nuevos propósitos, entre los que suele estar el volver a entenderte con tu cuerpo y sentirte bien tanto física como mentalmente.
Aunque no siempre lo tengamos en cuenta, el hígado es una de las partes más importantes de nuestro organismo y cumple varias hígadofunciones extremadamente vitales, una de ellas es activar y convertir en biodisponibles los alimentos que consumimos, también es el principal órgano quema grasas, sintetiza el colesterol, elimina las bacterias el torrente sanguíneo, almacena el hierro y depura el cuerpo.
En definitiva, tenerlo sano nos hará sentirnos mucho mejor. Para aprender a cuidarlo bien, la nutricionista Carla Zaplana, autora del libro ‘Depuración hepática’, nos explica en qué consiste su programa de cinco días para eliminar los excesos y resetear tu organismo.
Es un proceso de varios días en los que el hígado se renueva y presenta múltiples beneficios para la salud. "Se trata de cinco días de comer a base de caldos vegetales, verduras, sobre todo de color verde, por su alto contenido en clorofila, un potentísimo antioxidante, y un cereal integral: yo propongo el arroz", explica Zaplana.
No se trata ni de pasar hambre ni de dejar de comer, simplemente es aliviar el sistema digestivo y el sistema hepático a través de una alimentación muy suave. "Cuando dejamos de ingerir alimentos, el sistema digestivo se repara, se autolimpia, y con el hígado pasa lo mismo. Tenemos que dejarle descansar y darle espacio para que gestione la toxicidad".
Durante los cinco días debemos eliminar de nuestra dieta alimentos que ya sabemos que no son buenos para nuestra salud: ultraprocesados, procesados, alcohol, exceso de cafeína, embutidos, carnes rojas, azúcares refinados, harinas refinadas, etc.
"Lo que más vamos a notar es, a nivel físico, que nos vamos a desinflar mucho, eliminaremos la retención de líquidos, nuestra piel mejorará y cambiará a un tono más vivo, tendremos más energía, mayor claridad mental, un sueño más profundo… Por otro lado, podemos ver cómo contribuye también a mejorar los niveles de colesterol, de triglicéridos, de ácido úrico. Regula la glucosa en sangre y la hipertensión…"
Al tratarse de un proceso depurativo, podemos experimentar alteraciones dentro de las que se encuentran un ligero mareo o dolor de cabeza. Eso es debido a que la toxicidad pasa al torrente sanguíneo para que pueda ser eliminado. "Hay gente que lo vive y hay quien no. También pueden aparecer algunos granitos de acné, porque a través de los poros de la piel también expulsamos toxinas", apunta la experta.
A estas alturas ya te preguntarás si eres la persona idónea para seguir esta depuración hepática. Pues bien, está indicada para todo aquel adulto que no tenga enfermedades severas ni tampoco trastornos de alimentación y que no esté siguiendo una medicación específica para alguna afección, ya que, en ocasiones, la alimentación afecta al proceso terapéutico. En estos casos es recomendable hablar siempre con un médico para hacerlo con supervisión.
No obstante, no es un patrón que deba seguirse de forma continuada. "Yo recomiendo hacerlo dos veces al año, en el equinoccio de invierno y en el de verano. Es un buen momento porque el cuerpo se reajusta a la nueva estación. Es especialmente interesante después de Navidad porque es una época que comemos más y peor, y también consumimos mucho alcohol. Es muy importante entender que no se trata de perder peso ni de compensar, sino de mejorar las inflamaciones".
El proceso no será un camino de rosas, pero valdrá la pena. "Recomiendo que se pruebe, que se haga convencido, sin miedos. Son solamente 5 días de los 365 al año y lo único que puedes experimentar son mejoras en la salud. Un proceso depurativo no es algo súper agradable ni mucho menos, es remover toxicidad y expulsar. No es como un masaje placentero, sino el cuerpo trabaja y se moviliza todo, pero después te encuentras eso con mucha más energía, mayor claridad mental y mejor salud dentro del cuerpo".