Los cinco rasgos que marcaron la personalidad de Hitler

  • Adolf Hitler fue uno de los personajes más importantes, y devastadores del siglo pasado

  • Diferentes estudios y expertos han intentado crear un perfil psicológico del dictador para conocerlo mejor

  • Desde un punto vengativo y rencoroso hasta su propio sentimiento de debilidad que usaba contra quienes veía inferiores

Es uno de los personajes más importantes de la historia, a la vez que es uno de los que más daño causó socialmente. Hablamos de Adolf Hitler al que, en un intento de comprender mejor sus actos a lo largo de su dictadura, se le estudió para comprender los rasgos de la personalidad del dictador alemán y crear su perfil psicológico. De esta manera, diferentes expertos, desde psicólogos hasta psicoanalistas, intentaron formarlo a partir de diferentes datos de Hitler, ya que, como es obvio, Hitler no se sometió a ninguna prueba de forma voluntaria.

Complejo de Mesías

A través de sus discursos y otros documentos se ha podido observar que Hitler se consideraba una especie de salvador de Alemania, destinado a liderar el país y llevarlo hacia lo que él consideraba que era el bien y alejarlo de lo supuestamente malo. Este concepto de ‘salvador’ en la actualidad podría atribuirse a una persona con pensamientos delirantes.

Esquizofrenia paranoide

Hay expertos que le han atribuido desde una esquizofrenia paranoide hasta un posible trastorno bipolar a Hitler. Eso viene debido a que se le describió como una persona que no era capaz de mantener relaciones sociales verdaderamente duraderas en el tiempo y, además, contaba con un punto vengativo hacia los demás, alimentando su rencor.

Su sentimiento de inferioridad

Pese a que se veía como el gran salvador de Alemania, lo cierto es que diferentes estudios sobre su personalidad apuntan a que el dictador tenía una baja autoestima, en parte porque no le gustaba su propia apariencia física. Precisamente, ese sentimiento era el que le empujaba a construir su superioridad sobre los demás y a despreciar a quienes mostraban ante él algún signo de debilidad o consideraba inferiores.

Un gran manipulador

Está claro que algo de carisma, y un punto de teatralidad, tenía Hitler para mover y convencer a las masas hace ya un par de décadas, algo que lograba gracias a su habilidad manipulativa en su discurso y palabras para lograr que viesen en él la figura que quería que percibieran.

Sin empatía

Probablemente sea algo que cualquier persona le atribuya solo con pensar en su figura, pero efectivamente las investigaciones que se han hecho sobre su personalidad coinciden en que era una persona con muy poca, algunos incluso dicen que nula, empatía y para con capacidad para ponerse en la piel de otras personas.