Marta Aguilar, la Marie Kondo española: "Yo me rendí antes que ella"
Casi diez años después de su irrupción para organizar nuestros hogares, la gurú japonesa ha sucumbido al caos de su hogar. ¿En qué ha fallado el método?
Hablamos con la que fue su sucesora en España y nos explica que enseguida se dio cuenta de que lo prioritario era desbloquear las emociones causantes del caos
Con un programa de détox emocional de 35 días, anima a ordenarse y crear armonía en uno mismo y después en el entorno
A Marta Aguilar, consultora y organizadora profesional, le resulta irónico que Marie Kondo haya tardado tanto en darse cuenta de que la prioridad no es lo ordenado que podamos tener el hogar o nuestro espacio de trabajo, sino nuestras cabezas. La gurú japonesa ha sorprendido al mundo al admitir que, tras la llegada de su tercer hijo, se siente tan superada que ni su propio método consigue hacer nada por mejorar. "Mi casa está desordenada", ha declarado en una entrevista con el diario estadounidense The Washington Post.
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Sus prioridades han cambiado y ahora gasta su tiempo en otras tareas que considera más correctas en esta etapa. Con su bestseller, 'La magia del orden' y sus programas en Netflix, Marie Kondo consiguió, hace ya casi diez años, que su filosofía "ordena tu espacio, transforma tu vida" fuese un mantra casi mundial. Todos empezamos a tirar, literalmente, la casa por la ventana y a organizar nuestros armarios, cajones, estanterías y trasteros siguiendo sus consejos. Nos animó a seleccionar, desechar, tirar, eliminar y olvidar.
Hasta las baldas las dejamos vacías de libros
Recordemos que más de un incauto se deshizo hasta de los libros con tal de ver sus baldas inmaculadas, privándose de ese diálogo incesante que describió André Maurois en el que el libro habla y el alma contesta. "No hay necesidad de leer completos los libros que se dejaron a la mitad. Su propósito era que se leyera solo la mitad". Fue una de sus sentencias más polémicas, pero arrasaba cada vez que aparecía en televisión o con una novedad editorial bajo el brazo.
También Aguilar creó un método propio en 2016, inspirándose en ella, y fue conocida durante un tiempo como la Marie Kondo española. Pero no tardó en dar un paso hacia adelante. "Enseguida descubrí en mis clientes que la limpieza y la organización carecían de importancia si antes no ponían en orden su interior. Difícilmente un espacio ordenado atrae la alegría o la felicidad esperada si previamente esa persona no soluciona el desbloqueo de las emociones que le impiden estar bien", nos cuenta.
"Ordenar requiere un proceso más profundo"
Ahora Marie Kondo propone otro concepto, el kurashi, que corrobora lo que la gurú española lleva tiempo diciendo: "Ordenar requiere un proceso más profundo que atañe a nuestro yo interior. Soltar o desprendernos de las cosas exige un análisis previo de nuestras emociones. El desapego físico llega después del desapego emocional de aquello a lo que nos aferramos y nos obstaculiza para ser libres". Su planteamiento es lo que ella llama détox emocional, una expresión con la que da nombre a un programa de 35 días con el que trabaja la gestión de las emociones.
Aguilar se basa en su propia experiencia, en todo aquello que le ayudó a transformar varias vivencias personales dolorosas en una nueva etapa llena de retos y metas que no ha dejado de lograr. "Partir de algo tan personal me sirvió para ganar empatía con las personas que necesitan tomar conciencia de su poder personal para crear la vida que desean". Es verdad que empezó despegándose de aquellas cosas físicas que creía que de algún modo enturbiaban su vida, pero acabó dándose cuenta de que el apego tenía una razón que debía arrojar al contenedor de manera más urgente que los objetos.
A la palabra ordenar, Aguilar le añade el pronombre personal "nos". Es decir, ordenarnos. No el escritorio, el dormitorio o los armarios. "A nosotros mismos, en primera persona y de manera muy individual, sabiendo dónde necesitamos realmente orden. Ordenando un área de nuestra vida, el resto se irá encauzando, por resonancia y en un espacio corto de tiempo", advierte. Se refiere a cosas tan prácticas como animarse por fin a practicar un deporte, tomar impulso para cambiar de trabajo o crear un negocio, ahorrar, desprenderse de amistades tóxicas o empezar a ser puntual.
Mejor soltar lastres que organizar el cajón
Deshacerse de cosas, como nos animaba Marie Kondo, puede ser liberador. También será muy grato doblar las camisetas de modo que donde cabían seis quepan dieciséis. Pero la sensación de felicidad que esto pueda despertar es bastante simple y efímera. "Para evolucionar de verdad -insiste- necesitamos dejar los lastres emocionales. Es lo que nos dejará el camino libre para rediseñar y redirigir nuestras vidas de acuerdo con lo que deseamos, descubriendo lo que tenemos escondido en el inconsciente. La insatisfacción viene de intentar hacer cambios fuera de ti, en lugar de hacerlos dentro de uno mismo".
Los cajones, las estanterías y las alacenas libres de cosas inservibles están bien como metáfora. Unos calcetines perfectamente organizados y emparejados o la hazaña de que salga de la lavadora el mismo número que creímos que había entrado puede ser la consecuencia de una mente que previamente hemos logrado equilibrar. Marta Aguilar habla con entusiasmo y en la conversación repite las palabras imaginar, soñar y vivir. Sobre todo, está de acuerdo con Marie Kondo cuando nos dice que hay otro modo de pasar del caso al orden, y es a través del amor. "Conocerse, priorizarse, amarse, ordenarse, crear armonía. Primero en uno mismo y en su vida, después en el entorno", dice.
¿Su mensaje fue ilusorio?
Marie Kondo nos hizo creer en efecto mágico y desintoxicante de doblar cuidadosamente la ropa, de tenerla lista para usar durante todo el año, independientemente de la temporada y de otras muchas cosas más. "Cuando tu habitación está limpia y organizada -decía-, no te queda más opción que examinar tu estado interior. Puedes ver cualquier problema que hayas evitado y te enfrentas a él. Tan pronto como empiezas a organizar, te sientes obligado a reajustar tu vida. Como resultado, tu vida empieza a cambiar. Por eso la tarea de poner tu casa en orden debe hacerse rápido". Pero resultó que era al revés.
¿Alguien se sintió más motivado después de desprenderse de su colección de cómics? ¿Cuántos encontraron el equilibrio perdido en los calzoncillos primorosamente colocados por colores? ¿Perdieron sus miedos? ¿Hallaron el significado de la vida contemplando las baldas desnudas? "Una habitación sin libros es como un cuerpo sin alma", sentenció Cicerón y ahora Marie Kondo debería darle la razón.
No se trata de despreciar el orden
Es verdad que el orden ayuda a ganar tiempo y a contrapesar la vorágine que puede haber en nuestras vidas, pero lo que Aguilar destaca es que previamente habrá que tomar "la firme determinación de enfocar correctamente nuestra mente, que es donde están las creencias y miedos en los que radica todo lo demás". Ella asegura que hay un modo de hacerlo, "sin caer en victimismos ni justificaciones", y propone la ley del mínimo esfuerzo y máximo compromiso.
Las palabras de Marta Aguilar pueden aliviar a aquellos fanáticos de Marie Kondo que, después de tomarse al pie de la letra que su vida realmente comenzaría una vez que hubiesen puesto su casa en orden, ahora ven que ella misma ha sucumbido al caos del hogar.