“No poder llamar a alguien mamá", así resume alguien que acaba de perder a su madre su sentimiento de orfandad. Quedarse sin la figura materna, probablemente el adulto más relevante de nuestra vida, es, en sí mismo, una experiencia traumática que, sin embargo, podemos revertir hasta convertirla en algo inspirador. ¿Cómo convertir su recuerdo en una presencia luminosa en nuestro día a día? No es fácil, pero se puede.
“Superar el duelo por una madre es un proceso, por lo general complejo, que requiere tiempo, empatía y comprensión hacia uno mismo. La pérdida de una figura tan importante en nuestras vidas puede ser devastadora, sobre todo cuando surge a edades tempranas, pero es posible transformar ese dolor en un recuerdo positivo que nos acompañe en nuestro camino”, explican los expertos del Equipo de Contenido Clínico de TherapyChat, liderado por Isabel Aranda, Chief Content Officer de la compañía.
La psicología nos proporciona recursos y estrategias para afrontar esta situación, permitiéndonos aceptar la realidad, comprender nuestras emociones y aprender a vivir con la ausencia de nuestra madre de una forma más saludable. ¿Cómo lograrlo? “En primer lugar, es fundamental permitirnos sentir y expresar nuestras emociones. Hablar con amigos, familiares o profesionales sobre lo que sentimos nos ayudará a procesar el duelo y a liberarnos de la carga emocional que llevamos. Además, es importante recordar que no hay un tiempo establecido para superar el duelo; cada persona lo vive de manera diferente y requiere un tiempo distinto para sanar. Practicar la auto-compasión y ser pacientes con nuestro proceso es clave para avanzar hacia una incorporación positiva del recuerdo de nuestra madre”, explican desde TherapyChat.
Recordar a nuestra madre a través no solo del recuerdo, sino de nuestras acciones es otra buena terapia. “Podemos honrar la memoria de nuestra madre a través de actividades y acciones que reflejen sus valores y enseñanzas. Esto puede incluir continuar con tradiciones familiares, realizar actividades en su honor o involucrarnos en causas que eran importantes para ella. Al mantener vivos estos aspectos de su vida, no sólo honramos su memoria, sino que también nos permitimos mantener una conexión positiva y saludable con su legado. Con el tiempo, estos recuerdos se convertirán en una fuente de fortaleza y consuelo que nos acompañará a lo largo de nuestra vida, recordándonos siempre el amor y la sabiduría que nuestra madre nos dejó”, aseguran estos expertos.
Lo más importante para poder incorporar de manera positiva el recuerdo de nuestra madre es darnos cuenta de cuándo rozamos el trastorno mental. Para los psicólogos de TherapyChat: “Si el duelo se hace difícil o entorpece nuestro día a día, es recomendable buscar los servicios de un psicólogo que nos apoye en la elaboración de ese duelo antes de que se convierta en un duelo patológico”.