Reunión Pedro Sánchez y Feijóo: ¿cómo se supera un encuentro al máximo nivel y a la máxima tensión?

  • En medio de un clima de tensión, Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se reunirán para tratar la investidura del candidato del PP: ¿superarán las trampas emocionales?

  • El ciudadano de a pie fantasmea con la idea de que podría ser una reunión 'a cara de perro' o, al menos, poco cordial, a tenor de lo que se ha visto en la campaña electoral y en los días posteriores

  • La ONU, a través de su Servicio de Mediación, ofrece las pautas para conducir con éxito una reunión difícil

Ya hay fecha para que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, y Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, se reúnan. Será el miércoles 30 de agosto a las 10.00h de la mañana en el Congreso de los Diputados. ¿Tema? La investidura del candidato Feijóo. Ambas partes, a través de sus distintos portavoces y canales, insisten en la normalidad del encuentro. Pero el ciudadano de a pie fantasmea con la idea de que podría ser una reunión 'a cara de perro' o, al menos, poco cordial, a tenor de lo que se ha visto en la campaña electoral y en los días posteriores.

Distintos liderazgos

Las diferencias de estilo, liderazgo y personalidad pueden originar discrepancias en cualquier reunión. Pero cuando lo que está en juego es la investidura del próximo gobierno, la tensión acumulada de los meses anteriores puede dispararse. Sin embargo, es posible reconducir estas desavenencias con diálogos constructivos y enriquecedores capaces de convertir el nuestro en un entorno de trabajo especial. La ONU, a través de su Servicio de Mediación, propone algunas pautas para que la reunión a 'cara de perro' transcurra por cauces más tranquilos y productivos.

Con todo, puede ser difícil entablar una conversación constructiva con alguien cuyo punto de vista no coincide con el nuestro, sobre todo cuando hay intereses importantes en juego. Lo habitual en estos casos es sucumbir a patrones de conducta inmediatos y tan humanos como adoptar una actitud soberbia o defensiva, huir, resignarse o desear tomar represalias.

¿Podemos hacernos con el control de las situaciones difíciles y de afrontarlas de forma proactiva y positiva? La ONU nos explica cómo podemos conseguirlo.

Preparar un plan de acción

Lo primero es tener claros cuáles son los asuntos más conflictivos y cómo se han gestionado hasta ese momento. En este caso, importa tanto la relación de los candidatos como el impacto que esos temas tuvieron en la opinión pública.

En ese plan de acción, hay que pensar qué respuestas parecen empeorar la situación y cuáles parecen mejorarla, cómo abordar los temas ¿Cómo piensa proceder? ¿Debería plantear el asunto en una conversación?

Contrastar el plan con el equipo

Detrás de las reuniones de alto nivel suele haber detrás un equipo negociador que no debe quedar al margen del plan de acción. Los expertos aconsejan contrastarlo con la gente de confianza. Esto incluye ensayar el argumentario y plantear respuestas a los temas más espinosos. Lo fundamental aquí es plantear cualquier asunto sin arrebatos emocionales. El objetivo es que no se produzca el famoso 'secuestro de la amígdala', ese que sucede en nuestro cerebro cuando la emoción, y no la razón, se impone.

Plantear los temas en el momento oportuno

El 'timing' lo es todo en una reunión a alto nivel. Se trata de encontrar el momento oportuno y conveniente para plantear algo, especialmente cuando es conflictivo. Plantear los temas importantes en el instante correcto es todo un arte que requiere varios requisitos previos. Primero, hay que escuchar de manera activa a la otra parte, validando, incluso, algunas de sus ideas. La clave es mostrarse empático incluso con el adversario, sin perder de vista lo que es importante para cada uno.

Saber cuándo la reunión no está siendo productiva

Otro aspecto fundamental es saber en qué momento la reunión está encallando y no está dando frutos. Si se detecta que se ha llegado a ese punto, es conveniente lo que los diplomáticos llaman 'parar el reloj': hacer un receso que permita a cada parte tomar perspectiva y ver en qué punto están las negociaciones y cómo se puede avanzar.

Encontrar soluciones

El fin de cualquier reunión es, siempre, encontrar una solución. En este caso, la solución de cada parte puede excluir a la otra. En las reuniones de empresa o de cualquier clase en la que haya un litigio, para encontrar un arreglo aceptable para todos, hay que centrarse en las relaciones de futuro y no en los hechos pasados. ¿Serviría esto aplicado a la política? Feijóo y Sánchez son los que darán respuesta a esta pregunta cuando comuniquen el resultado de su encuentro.