Los problemas y el caos siempre existirán y, por ello, el ser humano debe recuperarse, levantar su estado de ánimo y seguir hacia adelante. Se sabe que no hay algo que solucione rápido estos problemas, pero si en algún momento uno piensa que necesita vacaciones o le falta energía hay algunos libros que ayudan a recuperar el ánimo.
Desde hace un tiempo se habla de las novelas 'feel good', aquellas que las historias que narran sus páginas consiguen sacar una sonrisa al lector. No hay palabras que las definan, pero son libros que hacen feliz. Todas ellas tienen una serie de características en común, por ejemplo:
Estas son las cinco lecturas que te harán sonreír y ser feliz.
En un pequeño y céntrico barrio de la ciudad hay cinco mujeres que compran flores. Al principio ninguna lo hace para sí misma: una las compra para su amor secreto, otra para su despacho, la tercera para pintarlas, otra para sus clientas, la última... para un muerto. Marina, Casandra, Gala, Aurora y Victoria son sus protagonistas.
Después de la pérdida de su pareja, Marina se da cuenta de que está totalmente perdida: había ocupado el asiento del copiloto durante demasiado tiempo. Buscando empezar de cero acepta un trabajo provisional en una curiosa floristería llamada 'El Jardín del Ángel'. Allí conocerá a otras mujeres muy diferentes entre sí, pero que, como ella, se encuentran en una encrucijada vital con respecto a su trabajo, sus amantes, sus deseos o su familia. De la relación entre ellas y Olivia, la excéntrica y sabia dueña del local, surgirá una estrecha amistad de la que dependerá el nuevo rumbo que tomarán sus vidas.
Tras el éxito internacional de 'La librería del señor Livingstone', Mónica Gutiérrez nos presenta su particular historia de Navidad. Una novela navideña con fantasma, humor bajo el muérdago y todo ese amor que siempre nos merecemos.
Cuando el fantasma del tío Archie le confiesa a Henry MacTavish que está cansado de vagar por el castillo escocés de la familia y le pide ayuda para partir hacia el más allá, Henry está decidido a hacerle cambiar de opinión. Sin embargo, su campaña navideña se complica con la llegada de Natalia Castro, de la Oficina de Rescate de Patrimonio Escocés, una encantadora botánica enamorada de los bosques caledonios, del chocolate caliente y de la Breve guía sobre castillos y jardines del doctor Willoughby. Puede que Henry y Natalia no tengan nada más en común que el deseo de conservar el milenario castillo, pero la celebración del solsticio de invierno en un lugar encantado y un espíritu enfurruñado están a punto de unirlos en la Navidad más excéntrica de sus vidas y, quizá, para siempre.
Una historia de superación en la que el amor y la amistad se entrelazan con los secretos de la familia Nogueira. 'Con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho' es la frase que pronuncia el doctor Morales, el psicólogo al que acude Mariana Nogueira para combatir los fantasmas del pasado. A pesar de llevar una vida independiente y vivir en Madrid, la joven abogada acaba de regresar a casa de su familia tras sufrir un accidente de coche que le ha dejado graves secuelas en una pierna. Pero mucho peor que las heridas físicas son las psicológicas, pues el joven que conducía el coche ha fallecido y ella se siente muy culpable. Así comienza un largo camino de recuperación para la protagonista.
Esta maravillosa novela enlaza el destino de seis desconocidos a través de un cuaderno que les invita a contar su historia y la verdad que hay detrás de cada una de ellas. En esta libreta, que viajará de mano en mano, escribirán las confesiones que hasta ahora no se habían atrevido a compartir con nadie mientras a su alrededor va creándose un círculo de amistad, solidaridad y amor.
Ned Henry elige para su merecido descanso un verano en la Inglaterra victoriana de 1888, un paraíso para alguien que ha viajado incansablemente a través del tiempo en busca del 'tocón del pájaro del obispo'. Sin embargo, nada sucede según lo previsto y Henry se ve envuelto en un complejo enredo en el seno de un mundo caótico donde la distancia más corta entre dos puntos no es necesariamente la línea recta.