¿Qué es una persona tóxica? Así puedes detectarlas y protegerte de ellas
No todos reaccionamos del mismo modo ante las personas, es decir, puede que esa persona que para ti es tóxica no lo sea para los demás
Te ofrecemos consejos para protegerte de las personas tóxicas
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En los últimos años pocos conceptos dentro de la psicología divulgativa se han extendido como el de “persona tóxica”, quien más y quien menos ha tenido la mala suerte de toparse con uno de ellos, en su día a día y lo que es peor, en el ámbito laboral.
Una persona tóxica es aquella que nos altera profundamente el estado de ánimo y cuyo comportamiento puede ser perjudicial no solo para quienes la rodean sino también para sí mismo. Aunque existen muchos tipos de personas tóxicas, normalmente son personas que no han evolucionado emocionalmente; personas inseguras, egoísta y poco independientes. Tienden a relacionarse de forma absorbente, agotando, estresando y/o deprimiendo a la gente que tiene alrededor.
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Hay que destacar que no todos reaccionamos del mismo modo ante las personas, es decir, puede que esa persona que para ti es tóxica no lo sea para los demás. No obstante, existen una serie de señales por las que se pueden identificar a las personas tóxicas.
¿Cómo detectar a una persona tóxica?
Las personas tóxicas son nocivas para el bienestar mental de sus semejantes, pero la persona que para uno es tóxica no tiene por qué serlo para otra. Es fundamental aprender a convivir con ellas para afrontar ciertas situaciones, analizando las propias emociones que esta persona genera sobre uno mimo. Entender por qué nos alteran o hacen sentir mal es fundamental para poder relacionarse con ellas.
La psiquiatra Marian Rojas-Estapé recomienda “intentar entender por qué esa persona es tóxica para ti, desmenuzar lo que está sucediendo, es decir, ver si es un tóxico universal, si para todo el mundo es una persona tóxica y a todo el mundo le cuesta o te cuesta especialmente a ti”.
Entre las emociones que nos puede generar una persona tóxica son:
- Agota tu energía u optimismo.
- Hace que te cueste expresar tu punto de vista u opinión.
- Te hace sentir culpable o avergonzado.
- Te frustra porque tus esfuerzos para animarla nunca son suficientes
- Temes estar cerca de él/ella o sientes que tienes que ir con pies de plomo.
- Te sientes obligado a cuidarlo, atenderle o protegerle.
- Te sientes controlado.
¿Cómo protegernos de una persona tóxica?
Estar metido en una relación tóxica, ya sea romántica, familiar o laboral suele tener un impacto directo a nivel psicológico que puede provocar en la persona estrés, ansiedad, depresión, falta de autoestima, fobias, problemas somáticos, etc.
Mantener las distancias con la persona tóxica es la opción más fácil y efectiva, pero no siempre es la opción. Como es imposible cambiar el comportamiento de las personas, hay que relativizar e intentar cambiar el comportamiento propio en busca de tener sentimientos y sensaciones distintas en relación con la persona que nos hace daño. ¡Algunos consejos!
- Analiza, concreta y describe las partes tóxicas de la persona. Detrás de las conductas tóxicas hay una falta de desarrollo emocional: miedos, frustraciones, carencias, vivencias traumáticas…
- Establece límites si no puedes reducir el contacto. Siempre puedes negar el acceso a tu intimidad y decidir hasta dónde permites al otro acceder a ti.
- Relativiza su comportamiento y no entres al trapo. Si respondes en la misma línea que ellos, dejando que sus emociones te envuelvan y conecten con tus propias debilidades, estás perdido.
- Sé asertivo. Expresa lo que piensas, lo que sientes y deseas sin perjudicarle.
- Escoge tus batallas. A veces, no merece la pena enfrentarse a una persona tóxica y acabas antes si finges no haberla oído o si le das la razón como a los locos.
- Analiza lo que sientes. Hacerte responsable de tus emociones te da ventaja a la hora de responder.
- Trabaja tu autoestima. A todos nos influye lo que dicen o piensan los demás, pero hasta cierto punto. Nadie tiene más derecho a juzgar tu propia vida que tú mismo.
- Busca una solución. Si te fijas solo en el daño que alguien te hace, le estás dando poder para seguir causándote problemas. Piensa solo en cómo vas a manejar a esa persona, eso te ayudará a tomar las riendas de la situación.