Decir que el último grito en el mundo del liderazgo son los retiros psicodélicos no deja de ser inquietante, pero la idea no es nueva. La propuesta lleva décadas tratando de levantar estigmas y reivindicando espacios. Las microdosis de psicodélicos forman parte de la rutina en Silicon Valley y tenemos a personajes como Steve Jobs, cofundador de Apple, fallecido en 201, que admitió que tomaba ocasionalmente LSD. Describió sus experiencias psicodélicas como las "más profundas" de su vida. ¿Significa que buena parte de su mente innovadora se debía a los alucinógenos?
La pregunta genera controversia. Ni siquiera a Jobs, que admitió su consumo y se interesaba por la cantidad que ingerían los demás, le gustaba hablar de ello en público. Igual de precavido es Isra García, uno de los primeros participantes que tuvo Synthesis Retreaat, un centro abierto en una vieja iglesia del municipio de Zandvoort, en Los Países Bajos, a 40 minutos de Ámsterdam. En 2018 tuvo lugar, según dice, "el primer retiro de psicodélicos, legal y médicamente supervisado".
Isra, emprendedor y consultor, se encuentra en este momento en la última fase de un periodo sabático experimental que inició en julio de 2021 con el nombre "viaje al punto cero". Interrumpe su retiro para atendernos y explicarnos en qué consiste esta tendencia que, debido al riesgo que conlleva el mal uso de los psicodélicos, él prefiere pensar que no se trata de una moda. "Los retiros no se pueden celebrar sin supervisión médica y psicológica. Tampoco puede una persona hacer uso de la psicodelia por su cuenta", nos adelanta.
Él decidió asistir al retiro psicodélico de Synthesis como un experimento más de los muchos que conforman su trayectoria. "Sus miembros utilizan la psilocibina que proviene de las trufas para desarrollar el potencial humano en todas sus dimensiones y sentidos y me presenté con la idea de vivir una experiencia vital junto a otros quince participantes de diferentes nacionalidades. Había rusos, estadounidenses, belgas, alemanes…"
La convocatoria tuvo lugar de viernes a domingo. El primer día fue de aclimatación. El segundo, la ceremonia con esta sustancia. El último, integración y despedida. "Es importante tener claro por qué lo haces porque es una experiencia transformacional. Te permite trabajar sobre el pasado, la curiosidad, la creatividad y el crecimiento personal y profesional". Él encontró varias motivaciones. Una de ellas fue su autoexigencia, siempre excesiva, que le llevaba a la búsqueda insaciable de más e incluso a sentir que no era merecedor de lo que había conseguido.
"Necesitaba también encontrar qué había en lo más profundo de mi ser, enfocarme en cuidarme más, en mis experimentos y en aprender a recibir tanto como a dar. Quería desatar mi potencial, expandiendo y fortaleciendo mi máximo rendimiento. Profundizar tanto como pudiese en mi psique, alma, cuerpo y emociones para desbloquear todo lo que estaba bloqueado o dormido. Sentir más y pensar menos. Ser más gentil, conmigo y con el entorno, entrar más en conexión con la naturaleza, con la tierra, con lo simple y lo fácil".
El retiro le coincidió a Isra con otro de sus experimentos, consistente en levantarse durante 31 días seguidos a las tres de la madrugada. Cuando el grupo se citaba a desayunar, a las ocho de la mañana, él llevaba varias horas de entrenamiento HIIT (alta intensidad), carrera, yoga, meditación y escritura. Isra insiste en que cualquier tipo de experiencia o retiro psicodélico debe hacerse bajo supervisión médica. "Las dosis no son iguales para todos y los organizadores se ajusta al nivel de introspección, la experiencia, su autoconsciencia o el estado físico y espiritual". La ceremonia incluye una charla previa al ritual de la psilocibina, en la que, a modo de instrucciones de vuelo, el participante recibe toda la información que necesita sobre el proceso, el efecto de las sustancias o la filosofía chamánica.
Además de resultarle una experiencia de liberación emocional, de consciencia, de autoaceptación y de aprender a ser más sensitivo y menos pensador, el retiro le inspiró varias ideas de negocio. Sus conclusiones coinciden con las que aporta un estudio muy reciente que habla de la psicodelia como herramienta eficaz en el desarrollo personal y profesional.
Liderado por el investigador Otto Simonsson, del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia), ha encontrado que la combinación del mindfulness con sustancias psicodélicas podría fomentar algunas capacidades del líder y mejorar el bienestar laboral. De acuerdo con sus autores, se trata de una rama en la que su verdadero potencial se está empezando a descubrir y los resultados podrían ser impactantes, igual que lo fue la meditación de atención plena.
El uso de sustancias psicodélicas en determinadas profesiones no es nuevo. Muchos artistas crearon bajo los efectos de sustancias. 'Revólver', por ejemplo, se consideró la obra cumbre de The Beatles en rock psicodélico. El consumo masivo de ácido lisérgico, el famoso LSD, propició la etiqueta psicodélica en la literatura, la música, el cine, la pintura o cualquier otra expresión artística. Dalí experimentó con varias sustancias y contaba que las alucinaciones, intensas y vívidas, le ayudaron a acceder a un nivel más profundo de creatividad".
Esta última investigación, publicada en Frontiers in Psychology, surgió precisamente de varios informes anecdóticos sobre estados alterados para mejorar el rendimiento y el liderazgo, especialmente en el mundo tecnológico. Dichos estudios sugerían la utilidad de la meditación de atención plena y la psicodelia en la reducción del estrés, la mejora del sueño, la creatividad y la regulación emocional. Pero faltaban datos empíricos.
Los investigadores escogieron a un grupo de casi 10.000 voluntarios estadounidenses y británicos -una buena parte, con cargos directivos- y se les pidió que describiesen el efecto de la meditación y los psicodélicos sobre su liderazgo. Los beneficios fueron claros en cuanto a creatividad, relaciones interpersonales y salud en general. El impacto de la meditación fue positivo en un 79% y el de los psicodélicos en un 40%. El motivo por el que la meditación de atención plena y los psicodélicos podrían mejorar el liderazgo tiene que ver, según los autores, con la salud en general. Los encuestados indicaron que reducían sus niveles de ansiedad y estrés y dormían mejor. Se sentían, por tanto, más saludables y también más creativos, productivos y resolutivos.
Otra investigación, esta en ESCP Business Schcool, en colaboración con Evolute Institute, un centro que organiza retiros psicodélicos en Holanda con trufas de psilocibina, concluyó que, después de un programa de tres meses, el individuo percibe mayor empatía, autoconciencia y un enfoque holístico en la toma de decisiones. "Tengo más confianza para tomar decisiones, aunque no sean convencionales y sé que en nuestra startup la gente invirtió en mí como persona y que quieren tener mi huella en este producto, así que creo que también esperan que tome estas decisiones no convencionales. Tengo un impulso increíble respecto al trabajo desde que he vuelto", relató uno de los participantes.
Quienes lo organizan insisten en que hay un renacimiento psicodélico y quienes lo defienden aseguran que aumenta la creatividad, la productividad y las relaciones sociales. Pero sus riesgos en parte se desconocen. No hay estudios sobre los efectos a largo plazo y los ensayos clínicos no encuentran, en este sentido, un beneficio claro comparado con el placebo, según la Sociedad Española de Medicina Psicodélica, entidad que investiga el uso clínico de las sustancias psicodélicas con una finalidad terapéutica.