Dormir bien por la noche es importante para la salud física y mental, pero además mientras dormimos somos como un libro abierto. La posición que adoptamos en la cama para dormir no solo determina la calidad de nuestro sueño y la forma en que nos levantaremos por la mañana, sino que también puede decir mucho acerca de nuestra personalidad.
De lado, boca arriba, boca abajo, con la cabeza en los pies.. las posturas que podemos adoptar son infinitas, tantas como personas en el mundo, lo que sí es cierto es que existen algunas posturas más comunes entre los seres humanos. Una de ellas es dormir con los brazos cruzados.
Por regla general, cuando una persona está despierta y con los brazos cruzados, el mensaje es muy claro, pues está poniendo una barrera, un signo de protección contra algo que tiene en frente y que en ese momento no le convente. Es una postura típica cuando alguien está a la defensiva o en un entorno en el que no se siente cómodo. ¿Pero qué está pasando cuando cruzamos los brazos al dormir?
El subconsciente de las personas siempre está presente, da igual estemos despiertos o dormidos, es todo un pepito grillo, por lo que, si estamos teniendo un sueño en el que nos sentimos amenazados o no estamos cómodos, es muy probable que adoptemos dicha postura. Puede incluso que el sueño sea tan desagradable y que te despiertes y notes que estás con los brazos cruzados sobre el pecho o incluso abrazado a las rodillas.
Si por el contrario para conciliar el sueño necesitas adoptar alguna de estas posturas puede que no estés cómodo con el entorno o con algo que está sucediendo en tu vida. Puede que sea el momento de ganar mayor confianza en un mismo, de conseguir mayor seguridad emocional o de reducir la ansiedad. Llegado este punto hay que intentar ser realistas y analizar si algo te está afectando o simplemente has cogido el hábito de conciliar el sueño en dicha postura.
Hay posturas que adoptamos al dormir que no son del todo buenas para nuestra salud, no solo mental, sino física. En el caso de cruzar los brazos, es importante destacar que, si se concilia el sueño cruzando los brazos puede provocar pesadillas, debido al malestar y opresión física que provoca, pues inconscientemente estamos presionando la zona del del pecho, incluso el corazón.
Esto tiene consecuencias directas sobre la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, pues no es toda la que necesitamos para descansar correctamente. La sensación de asfixia que percibe el cuerpo puede causar pesadillas e incluso parálisis del sueño. Esta sucede cuando el cuerpo se va a despertar, pero sientes una sensación desagradable, como si te asfixiaras o fueras arrastrado por algo.
Como decíamos antes, la postura en la que dormimos es cuestión de preferencias. Sin embargo, la posición que adopta la columna al dormir puede favorecer o dificultar el proceso de reparación del cuerpo. Los expertos en sueño de la Clínica Mayo explican cuál y por qué es la mejor y la peor posición para dormir.
La Dra. Krahn, médica del sueño en Mayo Clinic de Phoenix y Scottsdale (Arizona), señala que la peor posición para dormir es boca arriba, especialmente para las personas que tienen apnea del sueño. Los expertos apuntan que dormir de lado es la mejor opción. "En general, hay bastante evidencia respecto a que dormir de costado es probablemente lo mejor", comenta el Dr. Somers, cardiólogo de Mayo Clinic en Rochester (Minnesota).
Dormir de costado ayuda a evitar el colapso de las vías respiratorias y disminuye los ronquidos. "Una buena manera de dormir es hacerlo de costado y, si resulta cómodo, quizás con la cabeza ligeramente elevada", asegura la Dra. Krahn.