El aprendizaje de idiomas no solo depende del esfuerzo, la práctica y la inmersión cultural; también la personalidad juega un papel determinante. Así lo revela un reciente estudio realizado por la plataforma de aprendizaje Preply, que analizó cómo los distintos tipos de personalidad influyen en la adquisición de una segunda lengua. Este estudio, basado en el Indicador de Tipo Myers-Briggs (MBTI), ofrece nuevos datos que sugieren que las personas extrovertidas tienen una ventaja significativa a la hora de aprender nuevos idiomas.
El estudio, llevado a cabo en septiembre de 2024, encuestó a 1.000 estudiantes españoles de inglés, examinando cómo sus personalidades influyen en la comprensión lectora, oral y auditiva en un idioma extranjero. Para ello, se utilizó el MBTI, una herramienta psicológica que clasifica a las personas en 16 tipos de personalidad basados en cuatro dicotomías:
Según los resultados, los estudiantes con personalidades extrovertidas y sociables mostraron un desempeño superior, particularmente en habilidades de comunicación oral y escrita.
Los extrovertidos destacan en habilidades lingüísticas gracias a su inclinación natural por interactuar y socializar. Según el estudio, los tipos de personalidad como los "protagonistas" (ENFJ), los "comandantes" (ENTJ) y los "innovadores" (ENTP) son particularmente hábiles en el aprendizaje de idiomas. Estos perfiles se caracterizan por su carisma, facilidad para establecer conexiones sociales y disposición para tomar riesgos, cualidades esenciales al practicar un idioma extranjero.
Amanda Mackey, profesora de Lingüística en la Universidad de Georgetown, explica que los extrovertidos se aprovechan de su capacidad para participar en conversaciones reales, lo que acelera su aprendizaje. “Interactuar con hablantes nativos y cometer errores sin miedo a ser juzgados les da una ventaja considerable sobre los introvertidos, quienes tienden a evitar la práctica activa por temor a equivocarse”.
A pesar de que los introvertidos suelen enfrentarse a mayores desafíos en la expresión oral, tienen sus propias fortalezas. Según el estudio, personalidades más analíticas, como los "lógicos" (INTP), sobresalen en la comprensión lectora y el aprendizaje de las reglas gramaticales. Prefieren métodos de estudio estructurados, como libros de texto o tutorías, lo que les permite avanzar a su propio ritmo y comprender los aspectos técnicos del idioma con mayor profundidad.
Para Mackey, este enfoque reflexivo puede ser una ventaja cuando se combina con prácticas conversacionales, equilibrando las fortalezas de ambos tipos de personalidad.
No todas las personalidades tienen la misma facilidad para aprender idiomas. El estudio identificó que tipos como los "virtuosos" (ISTP), los "aventureros" (ISFP) y los "emprendedores" (ESTP) se encuentran con mayores dificultades. Estas personalidades, aunque prácticas y orientadas a la acción, tienden a priorizar actividades más tangibles y menos abstractas, lo que puede dificultar su motivación para estudiar un idioma extranjero.
El estudio también analizó cómo la edad y el género influyen en el aprendizaje de idiomas. Los resultados muestran que hombres y mujeres obtienen puntuaciones similares en comprensión lectora y auditiva, pero los jóvenes de la Generación Z y los Millennials superan a los Baby Boomers. Por ejemplo, la Generación Z promedió 5.11 puntos en lectura y 5.07 en escucha, frente a los 4.99 y 4.75 puntos de los mayores. Esto sugiere que los jóvenes tienen una mayor disposición hacia el aprendizaje de idiomas, posiblemente debido a su exposición a tecnologías educativas y contenidos en múltiples lenguas.
Conocer cómo la personalidad afecta el aprendizaje puede ayudar a personalizar los métodos de enseñanza, y con ello optimizar los resultados. Por ejemplo:
La personalización de la enseñanza basada en la personalidad podría mejorar significativamente los resultados académicos y reducir la frustración de los estudiantes.
El aprendizaje de idiomas es un proceso complejo, que está influido tanto por factores internos, como externos. Si bien las personas más extrovertidas parecen contar con una cierta ventaja en la práctica y la adquisición de habilidades orales, los introvertidos lo compensan con su capacidad de análisis y atención a los detalles. Estos hallazgos subrayan la importancia de adoptar enfoques educativos que se adapten a diferentes estilos de aprendizaje, lo que permitirá sacar el máximo el potencial de cada estudiante.
Estudios como este no solo nos ayudan a comprender mejor cómo aprender idiomas, sino que también destacan la importancia de la diversidad en la educación y la necesidad de enfoques más inclusivos y personalizados.