Dime qué guardas en tus cajones y te diré quien eres. No se trata solo de fotos en sepia y cartas amarillas. Las facturas, los recibos viejos, los papeles del paro de cuando dejaste ese trabajo en el 98, la garantía caducada de la aspiradora que compraste en el 2011... Todo eso conforma una especie de relato de tu vida. Y a veces es innecesario.
Dicho así, puede parecer excesivo, pero lo cierto es que "esos papeles que guardas y que a veces ya ni siquiera recuerdas que tenías, hablan". Al menos así lo aseguran especialistas como Cristóbal Amo Martín, experto en Bienestar, Salud, Energía y Mente.
"Los papeles que acumulamos no solo hablan del desorden que ocupan en el espacio físico, sino también en el espacio mental". Se trata de una idea ampliamente trabajada en psicología: el desorden de nuestro entorno a menudo es un reflejo o una consecuencia de nuestro desorden mental e incluso emocional. "Piensa en la acumulación de esos papeles como si fueran pensamientos o emociones -sostiene el experto-. Todos esos recibos olvidados, cartas viejas u objetos sin uso son como preocupaciones, miedos o rencores que llevamos dentro sin resolver. Y si no liberas lo que has acumulado, si no te desprendes de esas emociones que ya no te sirven, nunca vas a poder hacer espacio para otras nuevas oportunidades."
En psicología, un trastorno de acumulación puede ser más o menos grave, pero el problema no solo cuando se llega al Síndrome de Diógenes -afecta a entre un 2% y un 4 % de la población-, la gran mayoría de personas acumulamos, casi sin darnos cuenta, una serie de objetos y documentos que son totalmente innecesarios. Esto puede ocurrir por apego emocional, cuando se trata de cosas como cartas o fotografías; por olvido o dejadez; y en los casos más preocupantes por una forma de trastorno obsesivo compulsivo. En cualquier caso, hace falta una revisión frecuente de las cosas que acumulamos para ir descartando lo que no solo ya no nos sirve, sino que puede lastrarnos psicológicamente. Son como recordatorios de cosas que quedaron en el pasado pero cuya presencia nos puede generar un estado de alerta innecesario: ansiedad.
"Tómate un momento para limpiar ese cajón desordenado -recomienda Amo Martín- porque, al hacerlo, abres el camino para que lo nuevo y lo positivo pueda entrar en tu vida". Así que ya sabes, a arreglar y limpiar esos "cajones mentales emocionales" para que el orden no sólo entre en tu casa, sino que entre en tu mente: aliviará el estrés y te dará nueva energía.