Son las seis de la tarde del miércoles. Margarita (58) acaba de salir del trabajo y ya está entrando en la academia donde va a aprender inglés dos veces por semana durante una hora y media cada día. Allí le espera Philip, profesor de inglés y CEO de Communicaclear, para impartir su clase: hoy tocan los 'phrasal verbs', una de las kriptonitas de todo aquel que estudia inglés.
"Según la ciencia, los mayores empiezan a perder la habilidad de aprender un idioma cuantos más años tengan, pero eso no significa que no puedan hacerlo, solo que es más difícil", explica Philip. Margarita lo sabe, pero eso no la detiene en su afán por entender, por fin, las películas en versión original y, sobre todo, viajar y poder comunicarse. Y ahí está una de las claves: la comunicación.
"Habría que preguntarse, ¿por qué estás en una clase de inglés? – reflexiona Philip -. Unas personas van porque están obligadas por sus empresas, y no aprenden nada porque no hacen nada fuera de la clase, y otras porque quieren hablar inglés nativo. En ambos casos es un error. Lo importante es fijarse un objetivo real: 'quiero comunicarme en inglés' y, a partir de ahí, buscar los hábitos que te ayuden a conseguir esto", dice Philip.
A pesar de que muchas personas como Margarita saquen tiempo de debajo de las piedras para ir a sus clases de inglés, Philip ha detectado que, al final, aprender un idioma es como hacer deporte: si vas a un médico y te dice que hagas ejercicio cuatro veces a la semana, no sirve si solo haces dos horas el sábado. Y ahí, con el idioma, es igual: hay que dedicar 20 o 30 minutos al día y ser constantes.
"Algunas personas piensan que con ver una película en inglés los sábados ya sirve, y no es así. Eso solo vale para 'darse la hostia' y que se desmotiven y no aprendan más inglés. Es como los que empiezan a correr y el primer día hacen 10 kilómetros: nunca más salen", explica el profesor.
Con la versión de Philip también coincide Joe Ruiz, nativo de Canadá y que lleva más de 18 años dando clases de inglés tras reciclar su carrera profesional. "Los españoles no aprenden inglés porque no quieren aprender inglés. Tengo muchos clientes a los que les digo que se lean una hoja de un libro y vienen al día siguiente y no lo han hecho. Dicen que no tienen tiempo pero, ¿quién no tiene cinco minutos al día para leer una hoja de un libro?", se cuestiona Ruiz.
Cuando llegan los 50 y se produce un despido laboral, es cuando nos damos cuenta de que realmente necesitamos el inglés. De ello da fe Joe Ruiz, 'cansado' de ver currículos increíbles de personas que acaban de ser despedidas y no se pueden reubicar porque les falta saber hablar inglés.
"No lo han necesitado antes y vienen a mí para que les enseñe inglés en dos semanas para hacer la entrevista de trabajo y me da mucha pena, porque los echan para atrás solo porque no saben este idioma", confiesa Ruiz. Hace 15-20 años, en España, los que tenían un trabajo fijo ni se tenían que preocupar por ello, pero ahora las tornas han cambiado.
"No hay fórmula mágica: no hay método de las 1000 palabras que valga. El inglés se aprende queriendo aprender. ¿Qué porcentaje de mis alumnos vienen a mis clases con un papel y un bolígrafo para ir apuntando el vocabulario que va saliendo en nuestras conversaciones? El 95% viene a clase sin nada, y mis clientes son políticos, ingenieros, jueces, directivos de multinacionales", explica Ruiz.
Para Sara, profesora de inglés para particulares, la experiencia también le dice que los alumnos de más de 60 "deciden empezar o retomar el inglés, en su mayoría, por motivos personales, como que un hijo se ha casado con alguien de habla inglesa y se quieren comunicar con la pareja o con los nietos; o porque han leído que los idiomas ayudan a frenar el deterioro cognitivo; o acaban de jubilarse y el día tiene demasiadas horas".
Una de las principales ventajas de enseñar inglés a personas de más de 45 años es la mayor calidad de las conversaciones que los profesores mantienen con ellos en las clases. "Es más divertido, la experiencia que ya tienen saben traerla a clase – dice Sumara S. Prince, profesora de inglés en la UNED – A los jóvenes hay que sacarles las conversaciones, les falta análisis crítico. Los mayores no se cortan a la hora de hablar, pero saben no meterse en líos de política ni de religión", explica.
Esta profesora también incide en que la metodología de aprendizaje no es igual para jóvenes que para seniors. "Los jóvenes usan más la tecnología para aprender inglés, pero con los senior tenemos que aplicar otros métodos, igual de efectivos, porque todo no puede ser", dice.
Así que, después de toda la exposición, si estás con motivación y sientes la pasión para aprender inglés de una vez por todas, la 'english teacher' Sara nos da esta serie de recomendaciones: