Libertad. Es una de las cosas más ansiadas a medida que pasan los años. El trabajo, la familia, los hijos, la casa… tenemos un sinfín de ataduras de las que, antes o después, nos queremos desprender. No para ser libres o estar solos, sino para tomar las riendas de la vida y asumir que, sobre nosotros, decidimos y mandamos solo nosotros. Para conseguirlo, el psicólogo Walter Riso ha escrito ‘El coraje de ser quien eres (aunque no gustes)’, un manual para abandonar determinadas creencias inculcadas a través del aprendizaje social y que limitan las posibilidades de tener una vida plena y saludable. No tiene sentido hablar de superación o mejora personal si se está atado psicológicamente a ciertos patrones y condicionamientos que impiden tener la lucidez necesaria para producir cambios y hacer propia revolución psicológica. Hablamos con él.
¿Es posible rebelarse a los 50 o es demasiado tarde?
¿Tan joven? Rebelarse a los 50 implica una ventaja, que no estás respondiendo solamente emocionalmente, sino también racionalmente porque tienes una historia, ya tienes claras más cosas. Es como cuando una persona se separa a los 50 años. Tiene la sabiduría del no y sabe lo que no quiere repetir en el amor. No sabe lo que quiere del amor. Uno nunca sabe qué quiere el amor porque uno idealiza, pero sí sabe lo que no quiere repetir.
¿Cómo hacerlo a esa edad y explicárselo a tu familia: hijos, pareja, nietos?
Quizás uno se imagina que rebelarse es disfrazarse de Batman y salir corriendo por la calle, peor no es así. ¿Por qué hay que explicarlo? Uno puede rebelarse interiormente. Una cosa es explicar y otra cosa es justificar. Justificar es darle un fundamento moral y ético a la conducta. Explicar, simplemente es señalar lo que ocurrió.
Cuando tú estás seguro de lo que haces, cuando es ese impulso vital el que te lleva a funcionar desde la pasión, desde el entusiasmo y estás convencido y eres coherente, es fácil explicarlo. Cuando uno está frente a personas coherentes, uno aprende estando con ellas. Es un aprendizaje que yo llamo por contagio. O sea que si a los 50, los 70, los 100 tú decides ser auténtico y te descubres a ti mismo y descubres tu vocación, y dices: quiero ser esto, quizás tengas poco que explicar.
¿Dejar de depender de los demás implica estar solo y pasar solo todos los años de la vida?
Pues pasar solo todos los años la vida y estar solo no es independencia, no es autonomía. Es tener un trastorno de la personalidad que hace que la gente se vuelva más ermitaña. Es decir, separarse del género humano, aislarse, no es lo mismo que ser autónomo. Autónomo es ser independiente. Yo tomo mis decisiones. Yo me gobierno a mí mismo estando en grupo.
Las personas que piensan que el desapego, la independencia es aislamiento es que no han entendido el término. Desapego es no adicción. No es no estar con. Yo puedo amarte y estar contigo, pero lo estoy desde el desapego. ¿Qué quiere decir? Que te amo, pero podría vivir sin ti, con dolor. Que te amo, pero si para amarte tengo que destruirme a mí mismo, o ir en contra de mis principios, no voy a estar contigo. Eso es desapego.
¿Cuáles son las ataduras de las que liberarse a los 50, 60 o 70?
No hay una cronología para liberarse de las ataduras. Cada uno tiene las suyas y pueden aparecer a cualquier edad. Tengo un paciente de 80 años!, que lo han aceptado para estudiar abogacía en la universidad. Tengo pacientes de 60 años que dejan su ingeniería y se ponen a estudiar filosofía. Tengo pacientes de cualquier edad.
A partir de los 60 ocurre un cambio en la mentalidad de mucha gente, ¿y sabes qué es? Que te importa un rábano lo que piensan de ti. Y esa es la liberación más fundamental que hay. Tú defines cuándo rompes tus ataduras, cuándo te liberas y la libertad interior, que es la verdadera libertad, es la autorrealización. Es el desarrollo de tus talentos naturales. A veces la cultura nos impide hacer eso.
¿Cómo se puede ser una oveja negra y aprender a plantar cara a una edad avanzada?
Ser una oveja negra es casi que una cuestión mística. Te conviertes en líder de ti mismo, te apropias de tu ser. Tienes la autosuficiencia del sabio, no la del narcisista. Te autogobiernas. Diriges, te auto determinas tu propia conducta. Deja de pensar tanto en el universo y no caigas en la trampa de que al universo hay que pedirle para que el universo te dé. Eso es mentira.
¿Qué miedos nos bloquean en la madurez?
Ahí pueden ser muchos porque depende de la historia de cada uno. Una historia sana en la madurez te va a llevar a disfrutar más cada momento y de las cosas sencillas. De las cosas pequeñas como estar sentado, tomándote un vino y escuchando una música, sin grandes pretensiones especiales. Pero llegar a una edad madura con insatisfacciones, que es la maldita pregunta de por, por lo que podría haber sido y no fue. Es que si lo que podría haber sido no fue, no fue, ya, punto, otra cosa.