Esta semana hemos sabido que la Comisión Europea prepara una multa histórica de 500 millones de euros contra Apple por sus presuntas prácticas monopolísticas. Y que también ha puesto a TikTok en su punto de mira por su falta de transparencia en el control de sus anuncios y por no proteger a los menores. Además, la CNMC propone sancionar a Booking por un posible abuso de posición de dominio. Algo parece estar cambiando en la regulación de las grandes tecnológicas y Javier Ruiz analiza, como cada semana en 'MoneyTalks', la importancia de estos mecanismos de control.
Es cierto que para una compañía como Apple, que vale 1,2 billones en Bolsa, una sanción de 500 millones puede suponer simple calderilla, pero tiene su importancia por varios motivos. Es significativo en lo político y porque la denuncia no la hizo una pequeña compañía marginal, sino otro gigante, Spotify, aduciendo competencia desleal. Pero sobre todo es relevante que sea la propia Comisión Europea, un organismo de este calibre, la que se ha plantado diciendo: "hasta aquí, señores, ya no abusan ustedes más, ni de los datos de los usuarios ni de la posición de dominio en sistemas operativos".
Apple, Google, Meta, TikTok,.. las grandes tecnológicas están empezando a tener serios problemas de visión regulatoria. La Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales, que se hicieron para crear un espacio digital más seguro en el que se protejan los derechos de los usuarios y se prohíba la difusión de contenidos ilícitos, están funcionando, aunque no todo lo que podrían.
Las sanciones que se están imponiendo hasta ahora son minúsculas, pero están sirviendo para romper Internet en dos. A un lado Europa, como terreno garantista, y al otro EEUU como una especie de salvaje Oeste. ¿Hasta qué punto un Internet más garantista puede ser menos innovador? No hay ningún dato o cifra que avale esa tesis. Internet en Europa es mejor porque es más segura y tiene más garantías, aunque tampoco sean muchas más.
El poder que tienen los gigantes tecnológicos es tan grande que cualquier regulación no parece excesiva a día de hoy. La cesión y el uso que hacen de nuestros datos es absolutamente brutal. Por eso la regulación es necesaria, casi imprescindible. Es mejor pecar de cautela que llorar después las consecuencias. También es verdad que ha de mejorarse mucho, porque la terminología que se usa al desgranar las condiciones que se aceptan es tan oscura que ni siquiera se entiende lo que se está firmando.
'The Wall Street Journal' ha publicado que Meta ha comenzado a comercializar usuarios de pago, aquellos que generan ciertos contenidos a cambio de promoción. El problema es que hay padres que están abusando de la imagen de sus hijos, que los explotan de forma profesionalizada. Y aunque los propios ingenieros de Meta están detectando estos casos la compañía no hace absolutamente nada. Es tal el afán de estos gigantes por maximizar beneficios que la guerra que ha abierto la Comisión Europea parece la guerra correcta. Y el Congreso de EEUU tarde o temprano terminará sumándose. Los reguladores llegan tarde, pero bienvenidos sean.
Otro problema de estas compañías tan gigantescas, que conforman la segunda economía del planeta, es que tienden a perpetuarse, eliminando a cualquier posible competidor. Google está en condiciones de 'matar' al próximo Google que pueda aparecer en el horizonte. Igual que la amenaza que OpenAI empezaba a suponer para Microsoft la ha neutralizado simplemente comprándola. Las viejas compañías pueden matar a las nuevas, y por eso nunca ha sido más importante una regulación. Para saber más sobre los pasos que se están dando para poner coto a algunas de las prácticas de estos grandes puedes ver la charla completa en el vídeo.