"La temporalidad es el gran talón de Aquiles de nuestro sistema laboral, el contrato fijo es casi una pieza de museo", comenzaba diciendo nuestro analista económico, Javier Ruiz, en su directo semanal en nuestra cuenta de Instagram. Esta semana se ha pasado por 'Moneytalks' para hablarnos de temporalidad y precariedad, dos conceptos que él equipara: "Lo llamamos temporalidad porque somos muy educados, pero es precariedad".
En nuestro país, los datos son alarmantes: "Estamos en tasas de temporalidad que casi rozan el 30%, casi uno de cada tres es contrato temporal, frente a la media europea que es el 14%". En el vídeo, que puedes ver en la parte superior de este artículo, ha mostrado un gráfico en el que puede verse la comparación de España con la UE.
¿Por qué ocurre esto? "En España tenemos dos cosas: un mercado laboral con una tasa de paro brutal y dos o tres sectores que tiran mucho de esto, principalmente los sectores turístico y del comercio", respondía. "La tasa de paro es tan brutal que los empresarios se permiten decir ‘¿No lo quieres tú? Ya lo querrá otro’. Eso es malo para las propias empresas. Cuando tú controlas tu trabajo, eres mejor, la estabilidad es buena", defendía.
Ahora, para controlar este problema, el Gobierno ha puesto en marcha la llamada ley de la temporalidad: "Los contratos temporales son tan abusivos, especialmente en jóvenes y mujeres, que el Gobierno ha puesto tres límites", comenzaba enumerando el experto. "La tasa de temporalidad de menores de 35 es salvaje. Y si eres mujer, igual. Ser mujer y ser joven es el retrato de la precariedad en España", explicaba.
El primero es el límite temporal, que permite que los contratos temporales sean únicamente de tres meses: "Se pueden prorrogar hasta los seis meses, pero no se pueden consumir". Esto significa que el que pase más de cinco meses, ya no es un trabajador temporal, sino fijo.
El segundo es el límite de cantidad, que establece cuotas de trabajadores temporales en función del número de trabajadores en plantilla: "Una empresa de uno a cinco trabajadores puede tener a uno de ellos como temporal, no más. De seis a diez trabajadores, dos. De hasta 30 trabajadores, tres temporales. Y, a partir de ahí, porcentajes. Hasta 500 trabajadores, un 4% de tu plantilla como temporales. No me camufle entre mucho temporal, trabajos que son fijos".
El último de los tres límites que impone el Gobierno es uno económico que Javier ha denominado como "límite de jetas". Pretende controlar a los empresarios que despiden el viernes y contratan el lunes, para ahorrarse la cotización del fin de semana. "Los viernes se disparan los despidos y los lunes, los contratos", contaba el periodista. Lo que la norma establece es que "el que despida un viernes pague 30 euros de penalización". "Parece poco, pero suele dar resultado", comentaba.
Estas propuestas del Gobierno "han caído mal en algunos sectores, especialmente en el agrario, pero no han caído tan mal como podíamos esperar entre los empresarios", explicaba el experto. "La figura de los empresarios no es de explotadores, hay muchos que quieren que esto funcione. Y no ha caído tan mal en esa mesa", puntualizaba.
El analista contaba que en ese momento se estaba debatiendo sobre la cantidad de trabajadores temporales permitidos en cada empresa, pero que lo que "sí ha caído algo peor es la penalización de despido los viernes".
Explicaba que, en el campo, la temporalidad es mucho más alta y, por ello "el campo va a tener su propio régimen y se va a permitir el doble que en otros". "No podemos imponer a los empresarios algo con lo que no estén de acuerdo, como tampoco podemos imponer la explotación laboral. Hay que encontrar un acuerdo entre sindicatos y empresarios", opinaba.
Una espectadora del directo realizaba una pregunta sobre el trabajo en la administración pública y la temporalidad que también existe en el sector público: "Es una vergüenza. Se nos llena la boca con los héroes de la pandemia, pero en términos laborales los tratamos como escoria. Se les despide en julio o agosto para no pagarles el verano. Y esto lo hace la administración pública, donde la tasa de temporalidad (de precariedad) es del 30%. Si tienes una administración publica que bordea la legalidad, ¿qué le vas a decir a un empresario privado?", contestaba Javier tajante.
El experto cree que "hay que ponerle coto" y que "una clave fundamental para ello es reforzar la inspección de trabajo". "Nuestro primer problema es un problema de cantidad de empleo, pero el gran problemón que tenemos es de falta de calidad de empleo", concluía.