El escritor Manuel Vilas (58) está viviendo su segunda vida. A partir de los 50 decidió dejar de beber, empezar a ser fiel, adelgazar. Este martes ha estado en directo hablando de las segundas vidas y del paso del tiempo con Joana Bonet, dentro de su sección 'Palabra de boomer' de 'Uppersgram', nuestro espacio de charlas en nuestra cuenta de Instagram.
Manuel bebía, era infiel, y tenía una vida que quería cambiar: "mi inconsciente me estaba indicando que mi vida anterior era una locura, pero salí de eso". Y ese frenar a tiempo provocó un cambio que, como todos los que da la experiencia, le impulsó hacia delante: "Claro que echo cosas de menos de mi anterior vida. A veces tengo dificultades. A veces recuerdo el gin-tonic en la mano, que era como una especie de mando de capitán general del mundo, una falsa posesión de la alegría. Esa media hora, falsa, la echo en falta, pero prefiero recordarla desde la nostalgia.
Y ese quererse y saber reconducirse viene dado, también, por las vivencias que ofrece el tiempo. "La veteranía es una palabra muy bonita. El envejecimiento es bueno si está acompañado de experiencia y de sabiduría. La idea es codiciar vivir muchos años porque así sabrás más cosas de la vida", ha expresado. Manuel ha dejado claro su espíritu vitalista y sus ganas de vivir mucho y bien: "Amo muchísimo la vida, me gustaría llegar a los 100 años porque esto es una fiesta maravillosa. Estamos viviendo a una velocidad de vértigo. Dentro de 10 años habrá unas novedades en el mundo tremendas y a mí, como escritor que ama la velocidad del tiempo, me gustaría ver qué va a pasar en el mundo dentro de muchos años. La vida me interesa muchísimo, ojalá me quede aquí mucho tiempo".
Llegar a la edad madura es un desafío apetecible para el escritor. Si bien es cierto que signos como las arrugas no le molestan, cree que "estamos viviendo una velocidad diferente entre el alma y el cuerpo". "Vemos que nuestro cuerpo envejece, pero nuestra alma no y que el cuerpo no te acompañe sí que duele. La medicina tiene que hacer muchas cosas por nosotros", se ha lamentado.
También ha tenido ocasión de reivindicar un concepto diferente de 'lujo': "El lujo tiene que ver con la excelencia, con conseguir lo más logrado en cualquier ámbito. El lujo también inspira belleza y amor, lo máximo de la vida. Tiene que ver con la libertad. A veces está asociado a la frivolidad, pero no. El arte es lujo, la literatura es lujo, el mar es lujo. Hay que ampliar el concepto, llevarlo a los terrenos de la excelencia. y democratizarlo para que la gente lo reclame. Hay una confusión entre lujo y dinero. El lujo es gusto también, exigencia, pero no tiene que ver con tener mucho dinero. Yo reclamo una idea de lujo diferente".
Para finalizar la entrevista, Manuel Vilas ha recitado por primer vez en público su poema "Septuageniarias en Roma". Dale play al vídeo de arriba para ver la charla completa.