Javier Gurruchaga (62), líder del ya mítico grupo La orquesta Mondragón que rompió esquemas en los 80, tanto por su música mezcla de rock, blues y sonidos propios, como por la provocadora puesta en escena que en España rompía standards, y con un Gurruchaga a quien le divertía provocar a los espectadores. Era algo realmente maravilloso en aquella época ir ver un directo de La Mondragón.
Hoy años más tarde pasa por mi programa 'Los ReBelados' estrenando chaqueta made in México y muy al estilo de las que acostumbra a lucir en los shows. Me agrada que venga de estreno también para mi show, sí, es de agradecer.
Es un apasionado de los libros sobre todo los ilustrados y de la búsqueda de tesoros en las librerías viejas donde el papel no solo está presente entre las tapas sino también en el aroma del ambiente. Me consta, ya que una vez estuve en su casa hace no muchos años, para hacerle un retrato, y de verdad me sorprendió la cantidad de columnas de libros que se almacenaban en el suelo, parecía un pequeño Manhattan de papel y cartón, a falta de espacio en las estanterías ya desbordadas.
Tras pasar ambos por las manos de las maquilladoras de Mary Makeup nos sentamos en el sofá del plató y allí puedo tirarle de la lengua y explorar un poco más, de dónde y cuándo sale el artista y cómo llega a Madrid donde le estaban esperando con los brazos abierto el éxito y las giras. De hecho el directo es lo que más "le pone" aún hoy día.
Influenciado por hermanos Marx, Fellini, Bowie y en general por Cultura pop de los 80 se confiesa apasionado del cine, pero el de toda la vida, el de la pantalla grande donde puede pasar horas hipnotizado sin moverse si la película cuenta con el talento por ejemplo de un Martin Scorsese.
Algunas canciones de esas que no deja nunca de escuchar son Walk on the wild side de Lou Reed, Five Years del mítico David Bowie, o Jumpin Jack Flash de los incombustibles The Rolling Stones.
Confiesa que la pérdida de sus padres le afectó mucho y que aún les ve a su lado cuando imita sus voces. Para trabajar y crear prefiere la noche, aunque no es vampiro me aclara para mi tranquilidad.
Aprovecho uno de los momentos de la charla de hoy para regalarle mi libro 'Faces Book' donde aparece el retrato que le hiciera en su casa aquel día que estuve en su casa y que aún no había tenido ocasión de hacerle llegar.
Me lo estoy pasando en grande escuchando sus historias, y me siento del todo identificado cuando habla de cine o de música, pero ya no hay tiempo para más sofá, ahora toca pasar al plató.