Rute, el mejor pueblo si uno nace burro: cada ejemplar es apadrinado por un político, intelectual o artista

  • El activista Pascual Rovira fundó, en 1989, una reserva de asnos en esta localidad de la sierra cordobesa dedicada al rescate y a su bienestar y, de paso, a ensalzar sus cualidades

  • Desde Rafael Alberti y Camilo José Cela a Carmen Calvo, son muchas las caras conocidas que han puesto nombre a cada uno de ellos, al tiempo que han ayudado a aumentar su simpatía

  • El animal está en serio peligro de extinción. Quedan solo unos 30.000 en España y desde la asociación Adebo reclaman que se declare especie protegida

Lo mejor que le puede pasar a un burro es nacer en la localidad cordobesa de Rute. Solo allí ocurre que, una vez hechas las debidas presentaciones, un escritor de la talla de Camilo José Cela le dedique estas palabras: "El asno ha sido siempre más noble, más sincero, más tenaz, más listo y más animoso que su amo". Él visitó en 1998 Adebo, la Asociación para la Defensa del Borrico que fundó en 1989 Pascual Rovira, activista, vecino del municipio y "asnólogo".

Cela habría criado "medio ciento de parejas de asnos peludos"

El autor de 'La Colmena' decidió bautizar a una burra con su nombre, Camila, y su nobleza le hizo detenerse en este animal: "El asno -escribió-, como la mula, es ese ser vivo que no tropieza dos veces en la misma piedra y sus convicciones son tan firmes que resiste el palo antes de dar el paso hacia donde no conviene". Después de conocer Rute, de buena gana habría criado "medio ciento de parejas de asnos peludos, suaves y saltarines".

El premio Nobel es solo uno de los padrinos ilustres que ha tenido Adebo. Rafael Alberti fue, con 88 años, el primer arriero de honor y recibió como regalo un semental llamado Carabina. Hasta Platero encontró aquí una "novia espiritual" durante un homenaje a Juan Ramón Jiménez. José Saramago, Antonio Gala, Elena de Borbón y Carmen Cervera son algunos de los arrieros honoríficos que han puesto nombre a estos asnos. Si Camila mereció la pluma del Nobel, su hija Lluvia fue apadrinada por la reina Sofía en 2008. Durante su visita, Mandela, un asno rescatado de su triste encierro en una cueva de las Alpujarras granadinas, se saltó todos los tratamientos y honores reales para rascarle la espalda y propinarle lo más parecido a un beso.

Todo empezó con un burro malnutrido y casi ciego

Rovira es uno de los mayores defensores del burro en España. Es hijo de un empresario que desde pequeño fue dando forma a su sueño: salir al rescate de este animal, en claro peligro de extinción a causa de la maquinaria agrícola que fue desplazando a la fuerza animal. Un día escuchó que más de un millón de burros habían desaparecido del planeta y no esperó más. Creó la asociación Adebo. En 1993 pagó unos 240 euros (entonces eran 40.000 pesetas) por Mandela, un burro granadino, malnutrido y casi ciego. Fue el primero de todos los que llegaron después. En las cuadras, levantadas por la asociación en una zona de pinares del Parque Natural de las Sierras Subbéticas, conviven hoy un centenar de asnos, además de otros animales, como algún cerdo. En este momento, Rute disfruta del índice de natalidad de burros más alto de España.

No dejan de sorprender. Son capaces de rebuznar en veinte tonos diferentes

Esta peculiar reserva se ha convertido en una especie de olimpo para la especie, aunque Rovira prefiere llamarlo república asnal. Aquí escuchan música y se les brinda todo tipo de cuidados. Durante estos años, los burros no han dejado de sorprender a este activista cordobés. Ha comprobado, por ejemplo, que son capaces de rebuznar en veinte tonos diferentes. Como gran melómano, ha conseguido sumar a su pasión animalista a Medina Azahara, El Kola, Jorge Pardo o al italiano Vinivio Capossela, entre otros muchos músicos.

Sobre todo, ha aprendido que el ser humano tiene mucho que aprender del comportamiento del burro. La genialidad del apadrinamiento ha servido para crear una curiosa corriente de simpatía hacia el animal que contribuirá a evitar que desaparezcan algunas de las razas autóctonas que persisten en nuestro país. Además de los cuidados que les brinda, no deja de animar a compartir este compromiso con la naturaleza y los burros. En su opinión, su protección debería tener la misma consideración que otros animales emblemáticos, como el oso pardo y el águila imperial.

Bautismo con un chorrito de anís ruteño

El bautismo asnal en Rute sigue un curioso ceremonial. Se vierte sobre la cabeza un chorrito de anís ruteño. Es un aguardiente seco típico de la localidad que se obtiene a partir de la matalauva, una pequeña semilla extraída de un arbusto de talla mediana. Saramago bautizó al suyo Siete Soles, el mismo nombre que dio a un personaje de su obra 'Memorial del convento'. Carmen Calvo escogió Nirvana para el suyo. También Cayetana de Alba acudió a la reserva en 2011 y amadrinó a dos pollinos, Pepín y Rosa.

Rovira siempre encuentra el elogio acertado para el burro. En una entrevista para EFEVerde, lo describió con rasgos inéditos. Filósofo, porque si le sigues encuentras tu pueblo; farmacéutico, por las cualidades de la leche de burra; ingeniero, puesto que siempre elige el camino más corto y mejor trazado; y meteorólogo, ya que pronostica como ningún experto una borrasca. Bien dice el refrán que, si el burro mueve orejas, resguárdate bajo teja. "Nada que ver con la terquedad o torpeza que transmite la cultura popular. Cuando alguien tiene una vez un burro ya no puede volver a estar sin él", recalcó.

Pronostica la borrasca mejor que un meteorólogo. Bien dicen que si el burro mueve orejas, resguárdate bajo teja

Bajo la amenaza del negocio clandestino

El asno ibérico, cuyo linaje se encuentra sobre todo en Andalucía, es una de las razas autóctonas que más preocupación despiertan y la falta de presupuesto dificulta su trabajo de recuperación. Hace algo más de dos décadas, se hizo un registro genealógico a partir del material genético de sus sementales que se aportó al plan europeo de conservación de razas autóctonas. Pero no es suficiente. La idea de Adebo es que se gestione como una especie protegida, no solo como objeto de subvención. La asociación denuncia también la explotación comercial y el negocio clandestino como dos de las mayores amenazas para la supervivencia de un animal que es parte de la biodiversidad y de nuestra historia, cultura y paisaje.

Para rematar este enaltecimiento, la Universidad de Jaén nombró hace solo unas semanas doctor honoris causa a Califa, el burro apadrinado por Antonio Gala en 1997. El acto formó parte de la performance final de un máster de la artista Eva Calero que lleva el sugerente título 'Militancia borriquera, de la cuadra a la cátedra'. El trabajo analiza la importancia de este animal y la labor conservacionista de Adebo. Lógicamente, la presencia del homenajeado en las aulas universitaria fue simbólica, pero eso no impidió que recibiera su segundo bautismo con un chorrito de anís y varios poemas. Tuvo buen ojo la antropóloga estadounidense Zora Neale Hurston cuando reveló que todo burro lleva sobre la espalda un montón de libros.