Son muchas las historias que, más allá de la contienda, están llegando desde Ucrania tras la invasión rusa en su territorio hace ya casi un mes. Durante estas semanas ha habido una gran ola de solidaridad por parte del resto del mundo para las personas que se aventuran a abandonar el país, pero otros deciden quedarse. Este es el caso de Andrea Cisternino, un italiano de 63 años que gestiona un refugio de más de 400 animales muy cerca de Kiev. Después de 13 años viviendo en Ucrania y trabajando en su refugio, durante los primeros días de la guerra dejó claro en sus redes sociales que no iba a abandonarlos y que, si era necesario, estaba dispuesto a "morir por ellos".
Andrea Cisternino, exfotógrafo de profesión, no publica en sus redes sociales desde febrero, pero en esos primeros días de guerra relató cómo estaba viviendo los ataques y bombardeos rusos, asegurando en una de sus publicaciones que no podía dormir. Ahora mismo se encuentra en el refugio con otros trabajadores, pero al parecer ya llevan varios días sin comida o agua, tampoco para los animales pese a haber comprado provisiones en los primeros días de la invasión.
Su esposa Vlada Shalutko, que sí salió del país, explicaba estos días e a los medios que "la última vez que lo escuché fue hace 24 horas. Me envió un mensaje para decirme que están vivos. No tienen comida ni agua, tampoco hay luz ni teléfono. La situación es trágica, están tomando medidas para que la Cruz Roja traiga comida", recoge L’Unione Sarda. "Siempre decía que no quería dejar a sus animales", cuenta.
Al parecer en esa zona ha sido tomada por el ejército ruso y sería necesario un acuerdo con ellos para crear "un corredor para obtener todo lo necesario" no solo para ellos, sobre todo para los animales. Shalutko ha pedido la intervención del gobierno italiano, que su vez dicen estar siguiendo de cerca el caso, "conocemos su situación y lo seguimos de cerca". No obstante, la embajada reconoce que ahora mismo es complicado llegar hasta la ubicación del italiano.
El ministerio de Exteriores de Italia ha recordado que el 12 de febrero hizo la primera recomendación para que sus ciudadanos abandonasen de forma temporal Ucrania y actualmente cifran en unas 276 personas los italianos que aún siguen en el país.
El refugio donde se encuentra Andrea está al norte de Kiev y es bastante grande, se expande en uno 20.000 metros cuadrados que acogen a más de 400 animales, desde perros y gatos hasta ovejas o vacas. Más de 400 animales por los que se quedó porque "estoy dispuesto a morir aquí por ellos. Tengo que pensar en salvar el refugio, sus 400 habitantes merecen ser protegidos".
Cisternino llegó hace más de 10 años a Ucrania con su esposa con el objetivo de combatir la caza de perros callejeros, aunque es más que notable que poco a poco su activismo se expandió para el cuidado de cualquier tipo de animal a los que ahora está dispuesto a proteger con su vida.