Comprar un terreno en tu lugar preferido y ver cómo en dos semanas abres la puerta de una casa prefabricada para entrar a vivir. Sí, esto es real, aunque parezca imposible. Es todo un lujo porque no necesitas tardes y noches para darle vueltas a los planos y a los materiales ni te enfrentas a una interminable obra de construcción de una vivienda nueva. En Uppers hemos investigado cuáles son las mejores casas prefabricadas, dónde están algunas de las más innovadoras y cuánto vale una casa prefabricada.
El objetivo ya no es la vivienda de enormes estancias muy cara en su construcción y a veces una ruina en cuanto a su mantenimiento. También aburren los típicos adosados y pareados, todos iguales, que carecen de personalidad.
Son las casas prefabricadas las que han empezado a despuntar. Muchas de las que se comercializan son ecológicas por diseño ya que buscan el aprovechamiento total de los espacios que pasan a ser más racionales. La finalidad es economizar su mantenimiento y el asilamiento máximo del exterior para mantener el calor en invierno y el frescor en verano. El control sobre el producto final es mucho mayor porque ya está todo predefinido de antemano. No surgen imprevistos como en la construcción tradicional, sobre todo en cuanto a costes. También se mejora y optimiza la gestión de los recursos materiales y humanos utilizados.
Las viviendas prefabricadas llegan en piezas al terreno listas para montar. Son rápidas de construir y encajen en cualquier lugar. Incluso casi todas se podrían desmontar para volverlas a levantar en otro sitio de nueva elección.
Además, las hay para todos los gustos en cuanto a diseño y estilo. En el campo de la vivienda prefabricada los estudios de arquitectura exprimen todos sus dones y buscan la tradición o la innovación con nuevos materiales. Crean desde acogedoras casas nórdicas de madera, hasta espacios futuristas que te dan la sensación de vivir en otro planeta o estructuras que se funden con la naturaleza que las rodea. Sus posibilidades son infinitas porque se eligen estructuras ligeras que se adaptan al terreno con curvas, voladizos, paredes irregulares o tejados, balcones y porches sorprendentes.
En la actualidad existen multitud de viviendas prefabricadas repartidas en todos los rincones del mundo. Un ejemplo es Town House, un conjunto de 36 casas adosadas de Manchester, Reino Unido, diseñadas por el estudio de arquitectos ShedKM, nada convencionales por sus formas y colores. En tan solo dos semanas sus propietarios pudieron estrenar sus viviendas que además presumen de grandes espacios interiores y enormes ventanales para aprovechar todo lo posible la luz natural lo que rebaja la factura de la compañía eléctrica.
En Chicago, el arquitecto Jeffrey Sommers diseño la "C3 Pre-fab" de acero corrugado, madera recuperada y fibrocemento para permanecer escondida entre los árboles. Fue la primera casa de la ciudad con una eficiencia energética casi total gracias a un sistema de recogida de agua de lluvia, un tejado con paneles solares y fotovoltaicos y suelos de materiales reciclados.
Nueva York también puede presumir con The Stack, una residencia de varias casas que se desarrolló para solucionar la escasez de viviendas sociales y optimizar costes. Fue obra del estudio de arquitectura Gluck+.
En España, las compañías especializadas en la producción y comercialización de casas prefabricadas aseguran que las ventas van en aumento. Sorprenden los diseños de vanguardia que se adaptan a cualquier terreno y una vez terminadas nadie diría que se han montado pieza a pieza como un lego.
En el caso de las de estructura de acero y forjados de hormigón en cuatro meses están ya perfectas para entregar al cliente. Incluso algunas de ellas están completamente equipadas con muebles de cocina, electrodomésticos, armarios empotrados, suelo radiante y refrescante por aerotermia o paneles solares.
Otro tipo más económico son las casas móviles, los bungalows o las viviendas vacacionales con acabados de lujo y espacios abiertos que conectan visualmente todas las estancias.
En cuanto al coste depende siempre de los materiales. Las más caras son las de hormigón a unos 100.000 euros el metro cuadrado, le siguen por debajo en precio las de acero con 98.000 euros y las de madera a unos 47.000 euros el metro cuadrado. Las más asequibles son las casas móviles o bungalows, que comienzan en unos 9.000 euros las más pequeñas y no superan los 30.000 euros las de mayor tamaño.