{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
El calor extremo del verano no solo nos afecta a nosotros en nuestra vida diaria, sino también a nuestros smartphones, ordenadores y tablets, que no solo pueden bajar su rendimiento sino quedar inutilizados. No debemos olvidar que igual que nosotros nos damos protección solar, buscamos la protección de la sombrilla y nos cobijamos en el chiringuito, los dispositivos electrónicos precisan de algunos cuidados para que sus baterías no se queden tostadas con estas temperaturas. En ese sentido, los especialistas de PcComponentes, el ecommerce español experto en tecnología, han recopilado los mejores consejos para evitar que sufran un golpe de calor.
De la misma manera que nosotros nos quitamos prendas para resistir mejor el agobio veraniego, deberíamos realizar la carga de nuestros dispositivos sin funda o carcasa para evitar que la acumulación de calor que se produce al enchufarlos a la corriente los dañe.
La mayoría de móviles están protegidos frente al agua y el polvo, pero no del agua salada, la arena o las cremas solares. Así que aléjalo de esos elementos. Y también el ebook o la tablet. En caso de que hayan entrado en contacto con ellos, no caigas en el error de recurrir al arroz, sino apágalos y recurre a un servicio técnico especializado que revise minuciosamente los componentes del dispositivo afectado.
Se trata de tener un poco de sentido común. Si no estás utilizando el móvil o la tablet, intenta colocarlos en lugares a la sombra o resguardados de la luz del sol, evitando a toda costa la toalla o el salpicadero del coche. Cuando sea imposible, reducir el brillo de pantalla o, incluso, activar el modo avión ayudará a controlar la temperatura de estos.
Puede que en invierno no sea tan perjudicial para nuestro aparato, pero en verano la acumulación de aplicaciones abiertas en segundo plano pueden terminar sobrecalentado los dispositivos. Cierra aquellas que no estés utilizando o desactive el Bluetooth y el WiFi cuando no sea necesario. Puedes reducir hasta en 5 o 10 grados la temperatura.
Nuestro portátil sufre en verano mucho más que en invierno, más aún si lo estamos utilizando al aire libre. La recomendación es mantener la CPU y GPU por debajo de los 90ºC. De estar por encima, reducirá su rendimiento, corriendo el riesgo de dañar los componentes internos y perder permanentemente los datos. Estos son algunos consejos para mantener el equipo en unas buenas condiciones
Ventila el espacio correctamente y mantén la temperatura correcta con accesorios: airear la estancia a primera hora de la mañana y durante la noche puede ayudar a mantener una correcta temperatura. Combinar esta costumbre con ventiladores suplementarios internos o bases refrigeradoras para mejorar el caudal interno de aire.
No coloques el set up cerca de ventanas, paredes o sitios estrechos: elegir una ubicación que asegure la correcta ventilación del ordenador y evitar la cercanía a ventanas que pueden hacer que la luz solar impacte de forma directa en el mismo es un gesto muy sencillo.
Chequea y adapta la configuración a tus necesidades: en aquellos momentos donde no va a ser necesario someter nuestro portátil a una gran carga de trabajo, activar el modo de ahorro de energía puede ayudarnos a evitar un sobrecalentamiento innecesario. Usa un brillo de pantalla moderado siempre que nos sea posible, utiliza una base refrigeradora y evita apoyarlo sobre la cama.