90 segundos. Y no hablamos de la canción de India Martínez. No. Hablamos de lo que queda para que se acabe el mundo. Tampoco hay que correr y volverse loco. No vamos a desaparecer de la faz de la tierra en minuto y medio, que sepamos. Este es el cálculo que ha hecho, como cada año, el comité del Boletín de Científicos Atómicos, un augurio que se mantiene igual que el año pasado, batiéndose el récord en los 77 años de historia del Reloj del Apocalipsis, donde las agujas del reloj no se mueven.
Sí, estamos a solo 90 segundos de la media noche, que es como representan que cada vez quedaría menos para el fin del mundo, para el fin de la humanidad. ¿Por qué estamos más cerca que nunca del fin del mundo, según los expertos?
Los motivos que preocupan a los expertos y que hace que las manecillas estén tan cerca de la medianoche son varios, desde la presencia cada vez más fuerte de la Inteligencia Artificial, hasta la guerra entre Ucrania y Rusia o la de Israel en Gaza. Pero no es lo único que pone en alerta, también la crisis climática, el auge de las armas nucleares e incluso la desinformación que existe en muchas zonas del planeta.
La presidenta y consejera delegada del Boletín de Científicos Atómicos, Rachel Bronson, explicó durante la presentación que hay que contestar dos preguntas para saber dónde se colocan las manecillas del reloj. La primera: ¿está la humanidad más segura o corre mayor riesgo este año que el pasado? La segunda: ¿está la humanidad más segura o en mayor riesgo este año en comparación con los más de 75 que hace que llevamos a cabo este ejercicio?
“Las tendencias siguen apuntando hacia una catástrofe global. La guerra en Ucrania sigue planteando un riesgo siempre presente de escalada nuclear. La guerra en Gaza ilustra una vez más los horrores de la guerra moderna, incluso sin que medie una escalada nuclear. Además, los países con armas nucleares están involucrados en programas de modernización que amenazan con crear una carrera armamentista”, subrayó Bronson.
Tampoco quiso olvidarse de como la crisis climática amenaza a miles de millones de personas en el mundo. Pese al alarmismo que puede suponer decir que estamos a 90 segundos del apocalipsis, los expertos defienden que esa es la clave, lograr alertar a la población de los peligros que existen y de cómo pueden afectarnos hasta el punto de llevarnos al fin de la humanidad de seguir por esa senda.
Este reloj lleva en funcionamiento desde 1947, moviéndose en diferentes momentos y marcando sus mejores registros en los años 90, cuando cayó el bloque soviético o el Muro de Berlín. Estábamos a 17 minutos del fin del mundo. Desde entonces, el tiempo no ha hecho más que reducirse poco a poco hasta quedar en ese minuto y medio que nos avisa que, o cambiamos muchas cosas en el mundo, o el fin de la humanidad seguirá acelerándose y acercándose cada vez más.