El calor extremo no se lleva nada bien con nuestro televisor. Y si tenemos en cuenta que este verano estamos teniendo que hacer uso intensivo de este aparato para seguir los eventos deportivos, primero la Eurocopa y ahora los Juegos Olímpicos, el bienestar de los dispositivos electrónicos está más en riesgo que nunca. En ese sentido, los expertos de PcComponentes, ecommerce español experto en tecnología, han analizado cómo las altas temperaturas pueden afectar su rendimiento y ofrecen varios consejos de mantenimiento y cuidado que todos podemos poner en práctica de manera sencilla.
Por mucho que hayan evolucionado nuestros aparatos tecnológicos, el riesgo de que se sobrecalienten y terminen en un servicio técnico, o peor aún, en la basura, sigue ahí. Las distorsiones, el brillo y el contraste de colores son solo algunos de los ejemplos de problemas que crecen en verano causados por una exposición prolongada a temperaturas alta y la luz solar directa. Así, se puede producir una delaminación de capas en LCD y LEDs, deteriorando la vida útil de las tiras encargadas de iluminar la pantalla.
A nivel interno, el calor puede provocar daños irreparables en componentes esenciales como los circuitos y los chips, muy sensibles al calor y las altas temperaturas. “En estancias donde la temperatura aumenta sustancialmente el rendimiento general del televisor puede disminuir, llegando a mostrar retrasos en la respuesta o problemas de sincronización con otros dispositivos. Durante el verano también recibimos muchas consultas relacionadas con apagones repentinos que son totalmente normales ante un sobrecalentamiento”, explica Miguel Romero Osuna, experto en televisores de PcComponentes.
Cuando las temperaturas suben es esencial prestar atención a determinados detalles que evitarán que nuestro dispositivo se sobrecaliente y se produzcan fallos. Estas son algunas recomendaciones para proteger nuestro televisor del calor y asegurar su buen funcionamiento.
Es muy útil ubicar el televisor en un lugar fresco y bien ventilado donde no esté expuesto directamente a la luz solar intensa. Otro error frecuente es colocarlo junto a videoconsolas, barras de sonido y ordenadores que emanan calor. De no haber ventilación entre ellos, la transmisión de calor puede ralentizar su funcionamiento pudiendo llegar a estropearlos o a forzar su apagado automático. También hay que asegurarse de que no haya superficies reflectantes que puedan aumentar la exposición al calor.
Abrir las ventanas en ventana durante los momentos más frescos del día es una buena idea para refrigerar el hogar, pero con ello también aumenta la cantidad de polvo que se posa sobre las superficies del hogar. Estas partículas pueden terminar obstruyendo la rejillas de ventilación, lo que aumenta el riesgo de sobrecalentamiento, por lo que conviene hacer una limpieza regular de estas partes críticas para mantener el dispositivo en la temperatura correcta.
Es muy recomendable revisar de forma periódica las últimas actualizaciones disponibles del sistema operativo. Algunas pueden incluir mejoras en la gestión térmica para cuidarlos de las altas temperaturas del verano. Tener todo el software actualizado puede ayudar a mejorar el rendimiento del dispositivo.
Los ventiladores y aires acondicionados no son solo beneficiosos para las personas, también lo son para los dispositivos electrónicos, ya que les proporciona un ambiente fresco que les ayuda a controlar a su temperatura. Si el ambiente del hogar es extremadamente caluroso, se recomienda instalar uno o varios ventiladores silenciosos alimentados por los propios USB del televisor para refrigerarlo.
Conviene prestar atención a la fuente de alimentación de nuestro dispositivo, ya que los condensadores son componentes especialmente sensibles al calor y pueden provocar fallos en su rendimiento. Los circuitos electrónicos provocan naturalmente un aumento de la temperatura dentro de estos dispositivos, por lo que añadir una temperatura ambiente elevada no hace sino producir más desgaste en sus componentes.