{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Lo has oído ya por activa y por pasiva: "el 5G se va a desplegar", "nuevos teléfonos con 5G", "el 5G revolucionará el mundo" y, sin embargo, por el momento en lo único que te ha afectado ha sido en tener que resintonizar los canales de la televisión y en aguantar teorías conspiranoicas sobre si el 5G va a distribuir el coronavirus por el aire. Te explicamos en esta breve guía qué es el 5G realmente y, sobre todo, qué aplicaciones va a tener en tu día a día cuando se termine de implantar.
Básicamente, en lo que afecta el 5G es en disponer de una mayor velocidad de transmisión de datos en los dispositivos móviles y tener en ellos una cobertura del 100%. Sin embargo, la parte fundamental de esta tecnología es que logra reducir el tiempo de latencia, es decir, los milisegundos que pasan desde que das una orden al dispositivo móvil y este reacciona. Para que te hagas una idea, pasaremos de 200 milisegundos de latencia con la tecnología actual 4G a 1 milisegundo (1 ms) con la 5G. Una diferencia abismal que tendrá todas estas grandes implicaciones en el Internet de las Cosas.
Imagine por un momento que le están operando mediante un robot a distancia como ya ocurre, pero que entre que el cirujano ordena al robot moverse dos milímetros a la derecha y este ejecuta la orden pasa un tiempo. Casi imperceptible, pero un pequeño retraso que puede echar todo al traste. Esto es lo que desaparecerá con el 5G, porque el cirujano podrá tele-operar en tiempo real, aunque esté en Nueva York y la operación sea en Madrid. Además se podrán hacer operaciones menos invasivas para el paciente y con una mayor facilidad de recuperación.
Con un tiempo de latencia mínimo, de 1ms, aumentará considerablemente la seguridad en los coches autónomos que empezaremos a ver de forma masiva en el futuro. Con el 5G el tiempo de reacción es inmediato, por lo que se evitarán accidentes cuando el dispositivo detecte que tiene que frenar o girar. Para hacerse una idea, el tiempo de reacción del ser humano es de 250ms; es decir, que el coche podría reaccionar hasta 250 veces más rápido que nosotros. Y esto, en un caso de frenada de emergencia a 100 km/h, supone que mientras que los humanos tardamos 30 metros en reaccionar, el coche lo haría en solo 3 centímetros.
Otra de las aplicaciones del 5G tendrá que ver con el transporte colectivo. Con una red de autobuses conectada al 5G y estos, a su vez, a la red de semáforos de la ciudad y a los distintos coches que pasan por su ruta en cada momento, se podrán establecer los mejores recorridos en función del tráfico, de los pasajeros que haya esperando o de las incidencias que existan. Todo ello con información a tiempo real y optimizada para mejorar la experiencia.
Al igual que con la telecirugía, se podrá operar un robot artificiero que reciba las órdenes en tiempo real y las ejecute con una latencia mínima. Más precisión y más seguridad que evitará que haya humanos delante de explosivos jugándose la vida.
Parece de ciencia ficción, pero está mucho más cerca de lo que pensamos. Con la tecnología 5G será posible estar viendo un concierto en directo con el cantante a miles de kilómetros de ahí. Y hacerlo de una manera fiel sabiendo que cuando él se mueve, su holograma se mueve en tiempo real. E igual que servirá para el ocio, también para el entorno familiar, pudiendo hacer reuniones con nuestros seres queridos como si estuviéramos dentro de un episodio de Star Wars.
Se acabó lo de estar de vacaciones en una zona costera y que internet vaya lento porque hay mucha más gente de que está pensada la infraestructura. El 5G promete tener un 100% de conexión incluso en entornos saturados de dispositivos.
Al haber una menor latencia, los procesos en los dispositivos móviles serán más rápidos y, por tanto, durarán menos. Esto tiene otra vertiente práctica: las baterías durarán más. Se calcula que estas pueden aumentar su vida útil en hasta 10 años, sobre todo en dispositivos como sensores y alarmas que estén conectados al 5G de manera continuada.
La llegada del 5G y su latencia mínima también hará mejorar la experiencia a la hora de disfrutar de las partidas de videojuegos en tiempo real. Las órdenes llegarán prácticamente ipsofacto a los servidores del videojuego y este los ejecutará a tal velocidad que la sensación será de estar totalmente inmerso dentro de la trama.