En plena polémica generada por la 'ley del solo sí es sí' y las rebajas de penas a agresores sexuales, el Ministerio de Igualdad ha reaccionado presentando una impactante campaña de concienciación con motivo del Día Internacional contra la violencia machista, este 25-N, que se dirige por primera vez a los hombres, no a las víctimas, a través del lema 'Si ni tú ni yo hemos sido, ¿entonces quién?'. En apenas unas horas el anuncio llevaba miles de 'me gusta' y ha generado enorme revuelo en redes sociales, ya que alude veladamente a acontecimientos recientes que han dado mucho que hablar. Pero, ¿cuál es el origen de esta campaña? ¿En qué se inspirado? ¿Qué objetivo persigue? Hablamos con Guillermo Fernández y Pablo Poveda, directores creativos de Ogilvy, la agencia responsable de su realización.
La campaña '¿Entonces quién?' recuerda que una de cada dos mujeres ha sufrido algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida y expone algunas situaciones que se pueden producir en el día a día. "Casi todo el mundo conoce alguna víctima de violencia machista, pero casi nadie a un agresor... Ante esto, desde el departamento creativo nos preguntamos una cosa: 'Entonces, ¿quién ha sido?. Así surgió la idea", nos explican desde Ogilvy, la agencia de publicidad y comunicación que recientemente ha firmado también campañas exitosas como 'Con mucho acento', con la imagen de Lola Flores para Cruzcampo, o la de 'Campeones' para la ONCE.
En esa línea se manifestaba también la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez: “Llevamos décadas en las que fundamentalmente se les ha lanzado un mensaje a las mujeres, que es necesario, pero había un mensaje que flotaba en el aire: ¿Cómo es posible que no estemos hablando de los agresores y cuál es el papel de los hombres en la lucha contra el machismo?". Dar respuesta a esa pregunta se convirtió en la base sobre la que construir la campaña.
¿Dónde buscaron inspiración los responsables del anuncio? "En lo que pasa cuando pones la tele. Cuando acudes a un estadio. Cuando estás en un stream. En lo que sucede en la vida en general", nos cuentan los creativos de Ogilvy. Así, un youtuber narra cómo uno de sus amigos 'pilla cacho' con mujeres que van muy borrachas y un presentador televisivo le pregunta a una mujer qué tipo de ropa interior lleva. El anuncio también hace un guiño claro a los cánticos machistas del Colegio Mayor Elías Ahuja hacia un colegio femenino cercano, que corrieron como la pólvora en redes sociales. Pero ese escándalo no fue el detonante que llevó a Igualdad a idear esta campaña. "La petición por parte del Ministerio vino antes", nos aclaran desde la agencia.
La consigna era "romper la complicidad del pacto entre caballeros, un pacto que trasciende orígenes, ideologías, características sociales o generacionales y que necesita siempre de la complicidad del grupo para la perpetuación de los privilegios”, contaba Rodríguez, en la presentación de la campaña junto a la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.
Según han explicado, la idea es “interpelar a todos los hombres que quieren dar ese paso adelante y conseguir su implicación". “Tenemos la firme creencia de que sin ellos no vamos a ser capaces de acabar con el machismo y con la violencia contra las mujeres. Por eso, hemos querido en esta campaña lanzar una pregunta fundamental: ¿Entonces quién?”, añadía Rodríguez. Por cierto, si te has sorprendido a ti mismo tarareando aquella cancioncilla infantil de los viajes en autocar que decía 'Pedro robó pan en la casa de San Juan ¿Quién yo? Yo no fui...' no es mera casualidad. "Es un recurso narrativo buscado a propósito", nos reconocen en la agencia.
La intención de la campaña es que parezca que la interpelación no proviene directamente del Ministerio de Igualdad o de las feministas, sino que fuesen hombres hablándoles a otros hombres. Es decir, mostrando una sociedad que no valida a los machistas. El objetivo es que los hombres que ejercen el machismo pero "son recuperables" dejen de hacerlo y también que los jóvenes se paren a reflexionar en este sentido.