Yayoi Kusama, la artista japonesa de 94 años que domina el mundo desde un psiquiátrico

  • La exposición 'Yayoi Kusama: desde 1945 hasta hoy' se exhibe desde este lunes en el Museo Guggenheim de Bilbao

  • La muestra incluye desde los primeros dibujos que hizo de adolescente, durante la Segunda Guerra Mundial, hasta sus obras más recientes

  • La artista japonesa, ingresada por propia voluntad en un hospital psiquiátrico desde hace casi 50 años, sufre alucinaciones desde pequeña y las transforma en arte

Un total de 200 obras -entre pinturas, dibujos, esculturas, instalaciones y material de archivo que documentan sus happenings y performances- componen la que, en palabras de Suhanya Raffel, directora del Museo M+, de Hong Kong, es "la muestra definitiva" de Yayoi Kusama (Matsumoto, 1929), la artista de vanguardia que desde el año 1990 permanece ingresada en un hospital psiquiátrico de Japón. Se trata de 'Yayoi Kusama: desde 1945 hasta hoy' que puede verse desde el lunes en el Guggenheim de Bilbao. Todo un lujo para los amantes del arte que podrán conocer de primera mano sus característicos cuadros e instalaciones llenos de lunares que hoy se cotizan en millones de dólares.

La niña maltratada y los granos

El primer cuadro de lunares de Yayoi Kusama lo pintó a los 10 años: es una mujer con kimono cubierta de manchas. Era el año 1939, cuando comenzaba la Segunda Guerra Mundial. Los especialistas en su obra dicen que la mujer del cuadro es su madre. Una madre que la maltrataba físicamente, según ella misma ha confesado. Fue durante ese periodo de su vida que la adolescente Kusama empezó a padecer las alucinaciones que ya no se irían nunca.

La suya era una familia de clase media que había prosperado en el comercio de granos y semillas. Y seguramente en relación a eso hay una interpretación freudiana de su obra salpicada de puntos. El hecho es que antes de cumplir los veinte años, Kusama abandonó su casa para entrar en la Escuela Municipal de Artes y Artesanías de Kyoto, donde estudió Nihonga, un tipo de pintura japonés muy tradicional. Para ella era como salir de un yugo para entrar en otro, así que pronto se traslado a Tokyo, luego a Francia y a los 27 años llegó por primera vez a Nueva York, donde lideró el movimiento avant- garde, organizó acciones en las que pintaba cuerpos desnudos llenándolos de puntos y hasta le escribió una carta a Nixon ofreciéndole 'sexo intenso' a cambio de que pare la guerra de Vietnam.

Vuelta a Japón e internamiento

Tras ganarse una merecida fama en el mundo del arte occidental, a mediados de los años 70 la artista decidió regresar a Japón, donde se encontró con un entorno mucho más conservador y poco propicio para sus propuestas de vanguardia. La artista, además, tuvo una serie de episodios psiquiátricos que la llevaron a ingresar por propia voluntad en el Hospital Seiwa para Enfermos Mentales, donde encontraría una tranquilidad para trabajar que la llevaría a permanecer allí hasta la fecha. Hasta antes de la pandemia Kusama todavía bajaba a trabajar a un estudio cercano, pero a día de hoy, con la movilidad cada vez más reducida, sigue trabajando desde su habitación.

Debido al encierro, esta artista extraordinaria que hoy tiene 94 años, fue 'olvidada' por el mundo del arte, pero felizmente a finales de los 90 una serie de retrospectivas recuperaron la atención internacional sobre ella. Y a día de hoy, con instalaciones que triunfan por todo el mundo -impresionantes sus últimas intervenciones con robots y muñecas hinchables gigantes que la representan sobre las tiendas de Louis Vuitton en Londres, París, Nueva York y Tokio-, esta artista incansable está más en viga que nunca.