Hay puntos de inflexión en la vida que hacen que uno, de pronto, cambie su forma de estar en el mundo. Pruebas difíciles que, sin embargo, alimentan el alma. Es el caso de Colin Farrell, uno de los chicos malos de Hollywood, que conoció los excesos de las drogas y el alcohol, llegó a desaparecer y resurgió gracias al nacimiento de su hijo James, que nacía con el extraño síndrome de Angelman. Diecisiete años después, el irlandés tuvo que pedir la custodia para seguir con su tutela al cumplir la mayoría de edad. Estos días está en el Festival de Venecia para presentar 'The Banshees of Inisherin' ('Almas en pena de Inisherin'), la misteriosa historia de dos amigos que se dejan de hablar sin motivo aparente.
Farrell tuvo unos años muy locos. Según 'People' llegaba a consumir en cuestión de dos semanas: “veinte píldoras de éxtasis, cuatro gramos de cocaína, tres botellas de whisky, doce de vino y 30 litros de cerveza y 280 cigarrillos”.
El intérprete de 'Alejandro Magno', joven estrella prematura del panorama hollywoodiense, desapareció consumido en sus adicciones a principios de los dos mil y resurgió de sus cenizas curado de su alcoholismo (aunque siempre atento a posibles recaídas).
Fue su hijo James el que le cambió su forma de ver la vida. Fruto de su relación con la modelo Kim Bordenave, el pequeño nació con el síndrome de Angelman, una enfermedad genética que afecta al sistema nervioso y causa graves retrasos intelectuales, además de mermar la capacidad lingüística y en el desarrollo psicomotor. Afecta a una de cada 20.000 personas.
Desde que naciera James, Colin tuvo un golpe de realidad y cambió radicalmente de vida ingresando en un centro de rehabilitación para poder hacerse cargo del menor. A los pocos meses, comenzaron a observar que el pequeño no gateaba ni balbuceaba, mostraba trastornos en el sueño y le costaba mantener el equilibrio.
Con su entonces pareja, la modelo Kim Bordenave, pasó a ocuparse del niño y, aunque la separación de la pareja no tardó en llegar, han conservado la custodia compartida y una buena relación. Años después, Colin tuvo otro hijo con ...
Ya durante el rodaje de 'Dumbo' afirmó sentirse muy identificado con su personaje, un padre cuidador: "Fue un regalo hacer esta película y me cambió la vida. Por otro lado, mi personaje es muy especial, sufrió mucho, perdió a su mujer en la Primera Guerra Mundial, le falta un brazo y tuvo que hacerse cargo de sus dos hijos pequeños".
También habló entonces de la importancia de conocerse cada vez mejor: "Ellos y el elefante le enseñan a aceptarse, a aflojarse y a conectarse con su entorno de manera más sensible. Esa es la clave siempre, me parece que para ser felices tenemos que aprender a aceptar nuestras propias limitaciones".
Este 12 de septiembre de este año, su hijo primogénito cumple 19 años. Colin Farrell, junto a la madre de su hijo, tuvo que pedir el año anterior su tutela legal a pesar de convertirse en una persona mayor de edad. Tuvieron que exponer que su hijo no podía cuidar “de su propia salud y bienestar” ya que tiene problemas con el habla “y con sus habilidades motoras finas”.
Así, tanto el uno como el otro pueden seguir gestionando las necesidades personales, y en especial las decisiones médicas, ya que como alegaron al pedir su custodia: "alguien que no puede cuidar de sí mismo por razones médicas como discapacidad mental".
El actor de 'The Batman' no solo tiene este hijo. Farrell rehizo su vida con la actriz polaca Alicja Bachleda, y cinco años después de James (2009), nació su segundo hijo, Henry Tadeusz Farrell que el próximo 7 de octubre de 2022 cumplirá 13 años. Farrell y Alicja romperían su relación, tiempo más tarde y sigue siendo uno de los solteros de Hollywood.
El actor ha sido otro de los que ha entrado por la puerta grande del Festival de Venecia. Si Brendan Fraser y su obesidad mórbida tuvieron una ovación de ocho minutos, la película de Farrell ha hecho que el Lido se pusiera en pie durante 13. Dirigido por Martin McDonagh, se trata de un drama de humor negro sobre una amistad que se rompe sin motivo aparente: Pádraic (Farrell) ve cómo le deja de hablar su gran amigo Colm (Brendan Gleeson) sin saber por qué. Pádraic quiere saber qué sucedió y de ahí se origina una trama donde a veces escucha lo que no quiere oír.
Los tres trabajaron juntos hace 14 años en la cinta 'Escondidos en Brujas' y ahora han vuelto a unirse para hablar de la complejidad de las relaciones masculinas y sus silencios: "Para mí, el valor de la amistad entre hombres es muy profundo. Y más en un momento en el que se están reajustando las relaciones de todos con todos", ha explicado Gleeson en la Mostra. "Es también una historia sobre la pérdida de la inocencia", ha dicho Farrell.