A sus 58 años, Juliette Binoche es una de esas actrices que derrocha un halo de elegancia, calma y belleza, sinigual que cautiva a propios y extraños. La ganadora de un Oscar por 'El paciente inglés' es codiciada por muchos directores de cine. "Una luz generosa que impregna las películas y todos sus personajes están tocados de esa luz extraña y extraordinaria", dice de ella la Isabel Coixet, que la dirigió en 'Nadie quiere la noche'. La directora, de lo más emocionada, le hacía entrega del Premio Donostia de la 70 edición del Festival de San Sebastián: "Es una niña y una vieja muy sabia, un animal fiero y un búho reposado, es un camino y una fortaleza, es la mujer más salvajemente libre que conozco y con la risa más cristalina".
Además, participa en dos películas que se proyectan en esta edición del Zinemaldia: 'Fuego', de Claire Denis, que ya se ha podido ver, y 'Le Lycéen', de Christophe Honoré, que compite en la Sección Oficial. Denis desvela el secreto de la que es Imagen oficial del Festival: "Ella pone la misma pasión haga lo que haga: en la cocina, en la educación de sus hijos, en el jardín y, por supuesto, en cada escena que rueda. Su belleza es su fuerza". Con estas semblanzas sobre ella y con su retrato por toda la ciudad donostiarra, es difícil no perderse entre el divismo que rodea al séptimo arte. La actriz de 'Copia Certificada'
La que dará vida a Penélope en un filme sobre el retorno de 'Ulises', todavía recuerda aquel casting frente al reciente fallecido Jean-Luc Godard desnuda, recitando un poema y con una conjuntivitis con la que no paraba de llorar siendo muy joven. Pero, ¿cómo es 'La Binoche' a día de hoy? Junto a las descripciones de estas dos cineastas, estas son las otras claves para conocer a la actriz de 'Herida'.
"Hace falta mucha humildad para sobrellevar todo el protagonismo que me da el Festival. No quiero que se me suba a la cabeza", ha reconocido. Su mayor premisa es: "Una actriz debe aprender a no tomarse este tipo de cosas demasiado en serio, a no tomarte las cosas de forma muy personal ni muy en serio porque la vida siempre te pone los pies en el suelo".
La parisina ha mostrado un agradecimiento especial a: "un compañero fiel de camino: el silencio". De él explica: "El silencio es una presencia antes de una toma. Es esa puerta de donde saco las emociones y las sensaciones. Sin el silencio no hay palabras, no hay espíritu. Y cuando ese silencio es compartido con un actor, con un director, se teje un hilo de oro y eso se convierte en una película".
Para ella la interpretación es un modo de autoconocimiento: “Tengo un libro de cabecera que me ha ayudado mucho en mi carrera y mi vida: 'La respuesta del ángel', de Gitta Mallasz. Lo que he aprendido es a abandonar los miedos, transformarme y confiar en mí misma". Un proceso de maduración que bien lleva a cada papel que interpreta: "Y a crear una relación dentro de ti que es más profunda que esas palabras del guion. Lo que está escrito es una parte, pero tienes que crear lo invisible”.
Discreta como ella sola en sus relaciones, nunca se ha casado. Tiene dos hijos: Hana fruto de su relación con el actor francés Benoît Magime y Raphaël, de su relación con Andre Halle. La que mantuviera una relación con Olivier Martínez tiene una idea clara de una pareja: "Yo tuve como modelo a mi madre. No era feliz en su matrimonio con mi padre y decidió buscar la felicidad. Como niña que vivió un divorcio, considero importante ser honesta con una misma. El deseo está ahí. Lo que diría es que no hay que esconderse en un frigorífico para mantener una vida perfecta".
A su juicio, hay veces que "hay que decir no al cine codificado". De este modo, ha señalado que en ocasiones, sobre todo en EEUU, ha dicho "no a ser la esposa de". Por ello, ha insistido en que "hay que saber rechazar papeles" para "no entrar en un sistema donde se nos ve solo de una manera. Hay que saltar a lo desconocido, saltar de los códigos machistas".
"Hacerse mayor también es bello", ha comentado. La intérprete de 'Chocolat' tiene claro que la belleza no está para unida con el paso del tiempo sino que puede verse corrompida debido a la actitud personal: "Cuando no eres honesto y, por ejemplo, actúas algo forzado, ahí termina la belleza: cuando un actor no puede ser creíble".
En cuanto al edadismo en el cine asegura que ella no lo siente así. Considera que no le faltan trabajos o porque tiene "mucha suerte o por mi relación con muchos directores. Aunque otras actrices sí lo sufren".
"Ha habido un antes y un después y definitivamente es un buen cambio". Para la artista de 'El paciente inglés' es un tema "complicado porque cuando se abre un libro como este, se necesitan páginas para explicar las cosas".