Sabido es que una de las grandes habilidades de Quentin Tarantino es resucitar la carrera de actores y actrices que en el pasado fueron muy populares pero que habían caído en el olvido. Ahí están los casos de John Travolta, Kurt Rusell, Don Johnson, Daryl Hannah o Jennifer Jason Leigh. No todos aprovecharon el espaldarazo, pero muchos de ellos pudieron regresar al candelero. Sylvester Stallone fue uno de estos intérpretes a los que el director de 'Pulp Fiction' quiso reivindicar cuando no pasaba por su etapa más popular, pero lo curioso es que fue el propio Sly quien rechazó la oportunidad que le brindó. Hasta en dos ocasiones.
El primer acercamiento entre Tarantino y Stallone fue para que el responsable de la saga de Rocky Balboa participara en 'Jackie Brown', en 1997, ofreciéndole el papel de Louis Gara, que terminaría recayendo en Robert de Niro. La segunda vez que el director de 'Reservoir Dogs' se acercó a Sly fue diez años después para ofrecerle el papel principal en 'Death Proof' (2007), el de doble de acción trastornado que se embarca en una ola de asesinatos con su vehículo y que acabaría interpretando Kurt Russell.
La razón detrás del rechazo de Stallone a participar en 'Death Proof 'radica en la premisa violenta de la película, algo que no deja de ser paradójico teniendo en cuenta que ha sido el protagonista de la franquicia de John Rambo. "Tengo dos hijas y este tipo tiene como pasatiempo poner adolescentes en su automóvil y estrellarlos contra una pared. Eso no va a funcionar”, razonaba en una entrevista. Pese a estar especializado en papeles de acción y violencia, Sly consideró que la temática de 'Death Proof' estaba demasiado alejada de sus principios.
No sería este el único desacuerdo respecto a la violencia que ha habido entre Tarantino y Stallone. Al director de 'Kill Bill' nunca le gustó cómo la primera película de Rambo, 'Acorralado' (1982) adaptó la novela 'First Blood', de David Morrell. En su opinión, el personaje, que en la novela es frío, asesino y muy calculador, se desdibujó en la gran pantalla al convertirse en alguien más noble, compasivo e idealizado.
Pero, sobre todo, Tarantino cree firmemente que Rambo debería haber muerto al final de esa primera película, siguiendo la novela original de Morell. Sin embargo, Stallone prefirió llevar el personaje hasta el límite pero sin acabar con él, quizás teniendo en la cabeza el éxito de la saga de 'Rocky'. Así se lo explicó al director en cierta ocasión: “Quentin, eres un lunático. Quiero hacer algunas secuelas, hermano”.
Así que, aunque a sus fans seguramente les habría encantado una colaboración entre ambos, esto ya parece poco probable que ocurra. Sobre todo, teniendo en cuenta que Tarantino planea retirarse después de su décima película, que por el momento tiene el título provisional de 'The Movie Critic'. Aunque como todavía no hay noticias sobre los actores contratados, quizás haya una brizna de esperanza.