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No parece del todo justo que el mayor éxito cinematográfico de Angelina Jolie siga siendo 'Kung Fu Panda'. Si hablamos en términos comerciales, claro. Ganadora del Oscar en el año 2000 por su papel en 'Inocencia interrumpida', seguramente uno de sus roles más notables sea el de Gia, en la película homónima que se estrenó directamente en televisión dos años antes y en la que interpretaba a un juguete roto del mundo del modelaje. Después vendrían películas comerciales como 'Tomb Rider', 'Sr. y Sra. Smith' (y sí, es la voz de Tigresa en 'Kung Fu Panda'), o fracasos estrepitosos como 'The tourist' o 'Salt'. Pero hoy parece estar a punto de dar un golpe de timón a esa inestable carrera: su protagónico en 'María' bio pic del chileno Pablo Larraín sobre la diva de la canción lírica María Callas, tiene todos los números para devolverla a la primera línea de actrices de su generación.
Como se sabe, Jolie ha tenido que aburrirse durante años con quienes han tratado de definirla en relación a los hombres de su vida: su padre (Jon Voight), sus parejas (Billy Bob Thornton, Brad Pitt), incluso su hermano (con quien tenía una relación 'demasiado' estrecha para los estándares morales del Hollywood de puertas para afuera). Una despersonificación que la ha perseguido hasta en la maternidad: sus hijos son multirraciales, han sido víctimas de abuso por parte de Brad Pitt o o son trans. Incluso películas como 'By the sea' (la mejor de las cuatro que ha dirigido) ha sido siempre minusvalorada 'en comparación' a Antonioni o Haneke. ¿Sus trabajos humanitarios como Embajadora de la ONU? Una postura. Y es con esa severidad casi obscena que muchos esperan sus próximos movimientos.
Es aquí cuando interviene Pablo Larraín, cineasta chileno que triunfaba recientemente con 'El Conde', una cinta personalísima sobre el dictador Augusto Pinochet, y que goza de un creciente prestigio en Hollywood gracias a sus cintas dedicadas a mujeres icónicas del s. XX. En las dos anteriores (de lo que podría ser una trilogía) Larraín también ha trabajado con actrices de largo recorrido (a pesar de su juventud) y ambas fueron decisiones inesperadas: poner a Kristen Stewart en el papel de Diana de Gales parecía un riesgo demasiado alto, pero resultó. Tampoco era del todo claro que Natalie Portman encajara en el papel de Jackie Kennedy, pero lo clavó. Ambas actrices además, fueron merecidamente nominadas al Oscar por sus interpretaciones.
La elección de Jolie para el papel de 'la Divina' no parece entrañar tantas dudas: de hecho, parece un rol hecho a medida para el retorno triunfal de la actriz. “Estoy increíblemente emocionado de empezar la producción de 'Maria', que espero que lleve la destacada vida y trabajo de Maria Callas a los públicos de todo el mundo, gracias al magnífico guión de Steven Knight, el trabajo de todo el casting y el equipo, y especialmente el brillante trabajo y la extraordinaria preparación de Angelina” decía el propio Larraín al anunciar la cinta.
Curiosamente la cinta sobre Callas tiene un vaso comunicante con la de Jackie Kennedy: Aristóteles Onassis, el magnate griego que fuera el segundo marido de Jackie y el gran amor de la Callas. “Fue como recibir un golpe en la cabeza -diría Callas sobre el momento en que se enteró de la boda de Onassis con Jackie-, fue horrible. Intento sobrevivir. Por él abandoné una carrera increíble, en un oficio complicado. Rezo a Dios para que me ayude a superar este momento”.
Interesante juego de espejos el que plantea Larraín. Juego al que se suma ahora la actriz de 'Inocencia interrumpida'. "Hay dos personas dentro de mí. Me gustaría ser María, pero está la Callas, por quien debo estar a la altura. Así es que lucho con ambas como buenamente puedo”, decía 'la Divina'. Lo mismo podría decir Angelina sobre Jolie.