'Mi otro Jon' es el último trabajo de Carmen Maura. Una película en la que "se llora más de emoción, que de pena", comenta la propia Carmen. Se llora, a pesar de que es una comedia en la que Merche, su personaje, recibe la noticia de su inminente muerte con el mejor ánimo que cabría esperar. Le diagnostican un cáncer terminal y, a partir de entonces, se ve abocada a vivir una serie de experiencias que cambiarán por completo los últimos días de su vida.
"Yo creo que también me lo tomaría bien", confiesa Carmen en un encuentro con Uppers. La actriz habla con naturalidad de la muerte porque, dice, a sus 78 años está "más o menos preparada". Sin embargo, tiene claro que le gustaría morirse de forma repentina o "plof", como ella misma lo explica. Se define como una persona muy solitaria y asegura que llevaría fatal que la cuidasen y depender de alguien.
Tras más de 50 años de trayectoria, la madrileña no siente que le quede nada por hacer. "Tengo una vida surtida de todo, he vivido muchas experiencias", afirma. Incluido viajar, algo que cada vez se le hace más pesado: "Estoy hasta las narices de hacerlo", comenta resoplando. Por eso, valora los proyectos que le surgen cerca de casa y cada vez prioriza más la comodidad. Al menos, es su intención, porque la realidad es otra. Su próximo trabajo, adelanta, es uno de los más duros de su carrera.
"Entonces, ¿no te planteas retirarte pronto?", le referimos. Carmen Maura lo niega planteando un hipotético escenario: "Si dejo de actuar, me iría a la naturaleza y me pondría gorda", explica. Y la antigua "chica Almodóvar" ahora se encuentra en un momento vital sano en el que invierte parte de su tiempo libre en cuidarse y hacer deporte. Eso sí, la intención es reducir trabajo y escoger papeles menos complejos. El que está preparando ahora será el último que le requiera tanto esfuerzo.