Su última pareja, sus tres hijas, Gades, cuando dijo "basta": el documental para enseñarles a tus hijos quién es Marisol

  • Se estrena en el Festival de Málaga el documental de Blanca Torres 'Marisol, llámame Pepa' sobre la vida de la que fuera estrella infantil de los 60

  • Encumbrada durante el franquismo como 'niña prodigio' del cine, Pepa Flores revelaría una infancia llena de abusos antes de abandonar la vida pública en 1985

  • Consecuente con su retiro, la propia Marisol no ha participado en el documental que si recibido la aprobación de sus tres hijas

Esperanza Aguirre (72) era super fan de Marisol cuando era niña. Amaia Romero (25) también. ¿Por qué lleva seis décadas fascinándonos este personaje que atravesó el último franquismo como la 'niña prodigio' del cine y acabó denunciando la podredumbre del poder y manteniéndose al margen de la civilización del espectáculo por 39 años? Tal vez Marisol, sea ese 'problema' que solo Pepa Flores ha sabido resolver por puro instinto de supervivencia pero al que el resto de España sigue dándole vueltas, paseando hipnóticamente la mirada entre el video de 'Tómbola' y 'la portad de Interviú' como si en esa distancia se jugara algo todavía.

'Marisol, llámame Pepa'

Somo incapaces de resolver el 'problema' Marisol de la misma manera en que somos incapaces de enfrentar algunos de nuestros traumas de la infancia. Es más fácil siempre recordar 'lo bonito' que problematizar y enfrascarnos en interminables conversaciones, aunque seamos conscientes de que, como dice la propia protagonista de esta historia "entre Marisol y Pepa flores hay un mundo de abusos y de angustia". Quizá la curiosa semántica del título del documental que Blanca Torres acaba de presentar en el Festival de Málaga -es como si Pepa Flores se hablará a sí misma, o le hablara a la niña que fue- tenga que ver también con esa maldita dualidad de la que Flores escapaba hace 39 años, cuando decidió desaparecer del ojo público y dejar de ser para siempre el personaje de la "niña ideal" española... mientras era sometida a toda clase de abusos.

Tan necesaria y tan consciente fue la potencia de esa separación que Flores no acudía a recibir su Goya de Honor en 2020. Y tampoco ha querido aparecer en este documental, que sí han aprobado sus hijas. "Como verdaderos admiradores de Marisol, teníamos claro que íbamos a respetar su decisión de desaparecer, que es inquebrantable. Ya lo vimos todos en los Goya el año pasado. Lo que sí que hemos tenido es muchísimas conversaciones con su entorno más cercano, para que supiesen por dónde íbamos y que, de alguna manera, se sintieran representados por la historia y la manera en que la íbamos a contar. Han visto el documental y, en ese sentido, estamos muy tranquilos” le decía la directora a RTVE.

Pero no es que España la dejara en paz, ni dejara de fijarse en ella. Allí estuvimos cuando Interviú, cuando la militancia política, el apoyo a Cuba, las canciones revolucionarias; allí estuvimos siguiendo su relación con el bailarín y coreógrafo Antonio Gades, y hasta la seguimos en sus casi anónimos paseos con su última pareja, el italiano Massimo Stecchini, que la dejó viuda el año pasado después de tres décadas de complicidad.

Nos ha faltado madurez en el tema Marisol, nos ha faltado hacernos responsables. Y eso es precisamente lo que ha buscado imprimir Blanca Torres en su documental. “Mucha responsabilidad, porque hablamos de un mito viviente que decidió desaparecer. Hacer un documental sobre ella en el que, de alguna manera, pueda sentirse validada o representada en lo que cuentas, para nosotros ha sido un reto muy bonito, pero también muchísima carga de responsabilidad”.

Para alguien como Amaia Romero, Marisol era como una 'princesa Disney', pero talvez alguien como Amaia Romero también está en edad de hacerse cargo del 'problema'. Tal vez el documental de Torres sirva para resolverlo y seguir adelante.