Empecemos por el principio, la edad de Hamlet, el inmortal personaje de Shakespeare, es motivo de debate desde sus primeras representaciones a finales del s. XVI o comienzos del s. XVII -que en esto también hay discusión-. La razón es que aunque en un pasaje de la obra se afirma que el príncipe de Dinamarca tiene 30 años, todo en el personaje, su temperamento, su descripción, sus reacciones y su inestabilidad apuntan a que se trataría de alguien mucho más joven, incluso, para muchos, Hamlet huele a espíritu adolescente.
Dicho esto, la idea de un hombre octogenario metiéndose en la piel del atormentado príncipe, es decir, haciendo de hijo y sobrino de actores a los que les dobla la edad, parecería un tanto descabellada. Pero siendo que Ian McKellen es uno de los actores más entrenados en el teatro shakespereano -y que de hecho es un gran defensor de la libertad de cualquier actor, independientemente de su raza, identidad, género y, por lo que se ve, edad, para interpretar cualquier personaje- en realidad no es tan sorprendente.
Prueba de ello es que viene haciendo esta versión Hamlet desde hace algunos años en el Royal Theatre de Windsor con bastante éxito. Como señalan algunos críticos, la propia naturaleza del teatro, la iluminación, la distancia, hace que el espectador olvide (más o menos) que se trata de un actor de más de 80 años. Otra cosa es verlo en pantalla, como es el caso de la versión cinematográfica de la obra dirigoda por Sean Mathias al dar el salto al cine.
Para empezar, el director ha tenido el tino de convertir todo el Royal Theatre en el castillo de Elsinore, es decir todo. El backstage, el recibidor, los pasillos, los baños, todo se vuelve parte del escenario mientras la cámara sigue a un McKellen mostrando, ahora si, sus arrugas y su físico de señor mayor.
¿Cómo se resuelve esta aparente contradicción? McKellen compone un Hamlet "más reflexivo y meditativo", dicen los críticos. Michael Billington, de The Guardian, no ha dudado en afirmar que "aunque sigo siendo un apasionado defensor de la interpretación en vivo, sigo pensando que tenemos que reconocer que los tiempos han cambiado radicalmente: que el cine no sólo puede hacer que el teatro esté al alcance de mucha más gente, sino que también puede proporcionar una experiencia comparable a la del teatro, o en ocasiones incluso mejor. La prueba está en Hamlet de McKellen".
En una entrevista con la BBC, realizada para el estreno de la obra en el teatro, la estrella de 'El Señor de los Anillos' afirmaba : "He interpretado a Gandalf, que tenía más de 7.000 años. ¡Nadie dijo que yo fuera demasiado joven! No puedo fingir que tengo 20 años, nadie me lo va a cree, pero puedo sentir que tengo 20 años".
La película puede verse en Filmin.