Fujur ya no reconocería a Atreyu: así está el niño de 'La historia interminable' a los 52

Si fuiste niño en los años 80 quisiste montar a Fujur. Es algo tan irrebatible como que soñaste con blandir un sable de luz o cuidar de un adorable mogwai. Todos éramos un poco Bastian pero queríamos ser Atreyu, no solo porque era el gran héroe del reino de Fantasía que hacía frente a la Nada en 'La historia interminable' (1984), sino porque era quien, después de perder a su fiel corcel Artax en una escena que traumatizó a toda una generación, cabalgaba a lomos del mítico dragón blanco volador.

Noah Hathaway tenía 13 años cuando la película de Wolfgang Petersen llegó a los cines. El entonces intérprete, de ascendencia mohicana, ya había hecho sus pinitos en la televisión con intervenciones en 'Galáctica: estrella de combate' o 'Con ocho basta', aunque para ser Atreyu tuvo que emplearse a fondo. Aprendió a montar a caballo y a trepar, pero durante el rodaje sufrió varios accidentes. "Siempre bromeo sobre cómo intentaban matarme en esa película. Estuvieron cerca un par de veces", confesaba en una entrevista reciente a Indiewire.

Un rodaje infernal

Mientras cabalgaba tuvo una mala caída, se rompió dos vértebras y pasó dos meses en el hospital. Los dolores de espalda le acompañarían de por vida, obligándole a abandonar su sueño de ser bailarín. Además, rozó la hipotermia en la escena en la que su caballo se hunde en los Pantanos de la Tristeza y estuvo a punto de perder un ojo en su lucha contra el lobo Gmork. En definitiva, jamás el premio a Mejor Actor Joven en los Saturn Awards ha vuelto a ser tan sufrido.

Hathaway nunca tuvo buenos recuerdos de aquel rodaje, ni de la insistencia del director en el que los actores hicieran sus propias escenas de riesgo. Unas condiciones laborales que hoy serían impensables. "Había presión todos los días. Wolfgang era un maniático. A veces, hacíamos 30 o 40 tomas (de escenas) cayendo de un árbol. No paraban de hacerme daño", recordaba.

A pesar del enorme éxito de la adaptación del legendario libro homónimo de Michael Ende (quien siempre renegó con todas sus fuerzas del resultado final y quiso que borraran su nombre de los créditos), el joven actor nunca volvería a participar en un proyecto de semejante calibre, aunque los amantes de los videoclubs de los 80 podrían argüir que fue Harry Potter Jr. en 'Torok, el troll' (1986), uno de esos títulos fantásticos de culto de la época.

Punk, tatuajes y artes marciales

En 1994 anunció su retirada de la interpretación y se se dedicó en cuerpo y alma a otra de sus grandes pasiones, las artes marciales, llegando a ser cinturón negro de Tang Soo Do y Karate Shokatan, además de probar como boxeador de Muay Thai y Kenpo american. Por si fuera poco, también convirtió en piloto de carreras de motos Supersport e instructor de rifles.

Cuatro décadas después de ser Atreyu, Hathaway luce a sus 52 años un aspecto muy distinto al del joven guerrero de Fantasía, aunque mantiene intacto su espíritu mohicano: lleno de tatuajes, con corte de pelo punk, look rockero y unos músculos muy trabajados.

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