Como Dios, el vestido blanco de Sharon Stone en 'Instinto básico' es tres y uno a la vez. Esto es que se usaron tres versiones del mismo modelo, sin mangas y de cuello alto, que todos recordamos. Uno es el que usa es las escenas de lluvia, dentro de un coche, otro es el que usa en exteriores y el tercero es el que usa durante 'aquella' escena del interrogatorio. Y la actriz se quedó con cada uno de ellos. En realidad, una compensación mínima considerando que mientras ella cobró 500,000 dólares (por una película que será básicamente recordada por ella), su compañero de reparto, Michael Douglas, se embolsaba 14 millones. Bajos instintos.
La escena del interrogatorio en 'Instinto básico' forma parte de la Historia del Hollywood más machista y violento contra las mujeres. Al contarle la escena a Stone, el director Paul Verhoeven le dijo a la actriz que la ropa interior blanca podría reflejar la luz y notarse en el momento del (des) cruce de piernas, por lo que Stone accedió a quitársela. Al comprobar la escena en el monitor, la actriz no notó nada y fue solo al ver la película en la pantalla grande que comprobó, en estado de shock, que se trataba de un brevísimo pero evidente plano de su vagina, un detalle que no podía habérsele escapado a los editores de la cinta y al director, pero que decidieron no comunicar a la protagonista.
Hace solo unos días la actriz recordaba en una entrevista con el portal Outstanding Screeplays el destino de cada uno de los 'ejemplares'. El primero de ellos lo donó a la caridad, para recaudar dinero para mujeres y niños en situación de abandono y el segundo está en un museo donde es 'usado por un holograma mío', ha asegurado la actriz. Pero es el tercero, el que quedará asociado para siempre asociado a la escena que la hizo célebre y la estigmatizó durante años, sufrió un destino bastante simbólico: "Está en mi caja fuerte. En cuando me lo quité lo puse en una bolsa de plástico para trajes y rompí la cremallera. Desde entonces no lo he abierto, ni yo ni nadie lo ha vuelto a usar nunca, nadie lo ha vuelto a ver nunca. Rompí la cremallera, lo enrollé y lo metí en una caja fuerte y allí está desde entonces". El vestido lleva, pues, más de 30 años a la sombra.
Al parecer, Stone tiene una relación amor-odio con el vestido, la misma que tuvo con la película una vez estrenada. En una conversación de 2022 con InStyle, la actriz afirmaba que "a lo largo de los años, he pasado por muchas fases de cómo me siento acerca de lo que pasó cuando llevaba ese vestido, pero todo está muy resuelto para mí en este punto. Cuando lo miro ahora, no puedo evitarlo. Pienso en todo lo que aprendí en el proceso de hacer la película. Aprendí que podía soportar la presión. Porque era mucha presión ser esa persona en esa película en ese momento. La gente pensaba que yo era como Catherine y que debería haber un proceso de vergüenza por interpretar a un personaje como ese. Aprendí lo aterrador que puede ser no sólo para los hombres sino para la sociedad en su conjunto ver a una mujer acceder y apropiarse de su poder. Aprendí a tener carácter. Y sí, aprendí que me veo realmente bien de blanco". Genia.