José Sacristán, nacido en el madrileño pueblo de Chinchón en 1937, no tuvo una infancia nada fácil, pero sí ha conseguido forjarse una trayectoria brillante para colocarse entre los grandes intérpretes de España. Tanto ese así que será el protagonista del Goya de Honor en la gala de los Premios Goya 2022.
La infancia del actor en Chinchón estuvo marcada por el encarcelamiento de su padre durante la dictadura franquista por pertenecer al Partido Comunista y a la UGT y la ausencia de su madre, que tenía que viajar de un lado a otro para buscar ayuda. Fueron su abuela y su tío quienes lo criaron, aunque su madre, tal como ha asegurado el actor en varias entrevistas, fue su cómplice para poderse dedicar a su sueño, la interpretación, vocación que descubrió coleccionando cromos de antiguos astros y viendo películas en el cine de su pueblo.
Quizás fue el hambre y las carencias que pasó en su infancia y niñez las que han permitido que se convierta en uno de los actores más prolíficos de nuestro país. En su inicio como actor, sus ganancias apenas le daban para vivir y en una ocasión leyó en un periódico que el sello editorial ‘Círculo de lectores’ necesitaba vendedores y no se lo pensó dos veces. Sacristán ha asegurado que el 'Círculo' le salvó la vida, porque vendía libros como churros. Años más tarde protagonizó un spot de la editorial en el que contaba su historia.
Sus inicios laborales fueron como tornero fresador en un taller de un amigo de su padre, aunque ya tenía claro que lo suyo era la interpretación. Su trayectoria como actor de cine, teatro y televisión cuenta con más de 150 películas y ofrece un recorrido por la historia reciente de España y sus grandes directores, como Fernando Fernán-Gómez, Berlanga, José Luis Garci, Mario Camus, Eloy de la Iglesia o Fernando Trueba, entre otros.
Su debut en el cine fue en 1965, en La familia y uno más Posteriormente, participó en algunas de las películas más taquilleras de finales de los años 60 y principios de los 70, como Sor Citroën, Cómo está el servicio, Las secretarias, La tonta del bote o Lo verde empieza en Los Pirineos.
En 1976, Sacristán fue uno de los protagonistas en una de las mejores películas españolas sobre la Guerra Civil, Las largas vacaciones del 36, dirigida por Jaime Camino. En Asignatura pendiente, de José Luis Garci, cristalizó los aires cambiantes de la Transición arrasando en los cines, y su papel en Un hombre llamado Flor de Otoño, de Pedro Olea, le permitió hacerse con la Concha de Plata del Festival de San Sebastián.
En los 80 encarnó papeles en importantes obras del cine español, algunas consideradas obras maestras: La vaquilla, La colmena, El viaje a ninguna parte... Y también inicio su trayectoria como director con Soldados de plomo y Cara de acelga. Desde Uppers hemos hecho una selección de sus cinco películas indispensables.
Angelino regresa por vacaciones a su pueblo, Paralejos, en el Alto Aragón, un lugar en el que no suele suceder nunca nada. Allí, con su Mercedes, se dedica a contar las maravillas de su lugar de residencia, Alemania, y encandila a su amigo Pepe. Maravillado por todo lo que escucha decide también emigrar, pero las cosas no le salen igual que a su amigo Angelino.
Guerra Civil Española (1936-1939). En el frente, un grupo de soldados se limita a escribir cartas o a dormitar. Pero la tranquilidad se rompe cuando un altavoz de la Zona Nacional anuncia que, con motivo de la Virgen de Agosto, se va a celebrar en un pueblo cercano una corrida. Cinco combatientes de la Zona Republicana deciden robar la vaquilla para arruinarle la fiesta al enemigo y conseguir la comida que necesitan.
Agustín, un viudo que vive en un pueblo aragonés, donde es muy querido por todos los vecinos, se siente solo y decide marcharse a la gran ciudad, donde reside su hijo, un médico famoso, con su mujer y su hija. Agustín es recibido por sus hijos con una gran frialdad, ya que desentona en el ambiente en que se desenvuelven. La vida de su hijo, su nuera, e incluso de la criada, es demasiado desazonadora para este sencillo hombre de pueblo.
Consta de ocho episodios independientes. Un falso árabe recibe con asombro una invitación de Sylvia Kristel para compartir su cama durante una calurosa tarde de verano. Dos ladrones de joyas (Monica Vitti y Michele Placido) no paran de pelearse con el fin de quedarse con un collar. Una senadora que se ha quedado viuda (Andrews) recibe la visita de un fotógrafo y acaba haciendo una sesión medio desnuda. Una dura mujer de negocios (Antonelli) manipula a un director de orquesta (José Sacristán) como si fuera un pelele.
Antonio, un vagabundo que anda de un lugar para otro buscándose la vida para sobrevivir, acaba llegando a una ciudad de provincias en busca de una nueva vida. Allí, sin darse cuenta, acaba inmerso en un plan para robar una valiosa pintura.