Cuando se habla de Sylvester Stallone nos viene directamente a la mente el cine de acción, no puede ser de otra manera. Pero si hay un personaje que le lanzó al estrellato y que décadas después sigue siendo historia del cine y un icono del séptimo arte es Rocky Balboa. El boxeador más famoso de la gran pantalla llegó en 1976, con un trabajo impecable por parte del intérprete que le valió una nominación al premio Oscar a mejor actor. Desde esa primera aparición Rocky ha vuelto a los cines en numerosas ocasiones con otras secuelas, lo que ha dado para numerosas anécdotas durante los rodajes, aunque la de 'Rocky IV' casi le cuesta la vida, o al menos así lo recuerda Stallone.
En 1985 llegaba a los cines la cuarta entrega de la saga, 'Rocky IV'. Después de asentarse en el cine y el personaje como el campeón mundial en boxeo, Rocky necesitaba que alguien le pusiese contra las cuerdas, y es entonces cuando llega Ivan Drago, interpretado por Dolph Lundgren. Este nuevo personaje llegaba para desafiar a Rocky, pero termina enfrentándose en el ring a Apollo Creed, que termina muriendo en el combate. Un golpe para Balboa que jura vengar en una batalla frente a Drago.
Como sinopsis esto está fenomenal, pero tanta pelea significa que el rodaje, fácil, lo que se dice fácil, no fue. Hace un tiempo Sylvester Stallone daba unas declaraciones en las que hablaba de aquel rodaje y lo duras que fueron las peleas entre él y Lundgren. Fue tan exigente que el actor asegura que estuvo a punto de morir cuando grababa el combate. Tal y como ha relatado, un golpe en el pecho de Dolph Lundgren lo dejó hecho KO y lo puedes ver, porque se quedó dentro del montaje final del largometraje.
"Lo primero que rodamos fue mi entrada, la de Lundgren y las presentaciones, luego me lesioné mucho durante la pelea y tuve que ser trasladado a cuidados intensivos a California desde Canadá. Lundgren me pulverizó", resumió Stallone de aquel episodio.
"En aquel momento no lo sentí, pero esa misma noche mi corazón empezó a hincharse. Mi presión sanguínea subió a 260 y casi me voy a hablar con los ángeles. Lo siguiente que recuerdo es estar en un vuelo de emergencia a baja altura. Estuve en cuidados intensivos rodeado de monjas y después de eso volví a terminar el combate" tras pasar unos días ingresado en el hospital.
¿Y qué dice Dolph Lundgren? Pues su versión es del todo profesional, solo cumplió órdenes. Stallone era el guionista y el director de la película y tal y como cuenta el intérprete de Ivan Drago, él todo lo que hizo "fue obedecer órdenes. Él era el jefe. Hice todo lo que me dijo. Regresamos a Los Ángeles y el productor me dijo: 'Hola Dolph, tienes dos semanas libres, Sylvester está en el hospital'", recordó.
No obstante, en una entrevista el actor deja en el aire que Stallone acabase en el hospital por su culpa. "Stallone sigue hablando de ello, así que quizá tenga razón. Fue al hospital, pero no sé si fueron mis puñetazos o el hecho de que estuviera tan sobrecargado de trabajo como director, actor y guionista". Así, destacaba que fueron muchos los asaltos que rodaron a lo largo de pocas semanas en las que grababan entre ocho y doce horas diarias, por lo que entre el cansancio y los golpes que recibían no es de extrañar que Stallone acabase en el hospital.