El Teatro Español de Madrid se llenó ayer de aplausos y cariño al otorgarle a la escritora Almudena Grandes el título de Hija Predilecta de la ciudad casi siete meses después de su fallecimiento a los 61 años a causa de un cáncer. Un reconocimiento que ha recogido su familia, visiblemente emocionada, con el plus de ser, además, la primera escritora mujer que recibe esta condecoración. Amigos, lectores y personalidades políticas no quisieron perderse el acto en su honor.
El poeta Luis García Montero, viudo de la escritora, ha sido el que ha subido al escenario junto a sus tres hijos, Mauro, Irene y Elisa, momento en el que el patio de butacas se ha puesto en pie durante varios minutos para darle un caluroso aplauso como muestra de cariño a la familia. Un aplauso que, según el poeta, "le da sentido a muchas cosas".
García Montero ha resaltado el cariño y la fuerte relación entre Almudena Grandes y Madrid. "Su ciudad fue Madrid, la ciudad de su literatura. Cada una de sus historias era la historia de Madrid vivida por dentro y sé que ningún reconocimiento le hubiese hecho más ilusión que este", dijo sobre el escenario.
"Cuando uno tiene una pérdida grande, resulta difícil encontrar sentido a la vida. Pero el cariño, la amistad, la emoción, hace que poco a poco le encontremos sentido a una vida en la que nos encontramos flotando tras la pérdida de Almudena", terminó expresando el poeta antes de bajar del escenario.
El poeta, acompañado al piano por Rosa Torres-Pardo, interpretó el 'Fandango de Lavapiés', mientras que para el cierre procedió a la lectura de un poema dedicado a Madrid y de otro titulado 'La inmortalidad', dedicado a su esposa, unas líneas que escribió "pensando en lo que ella recordaría de mí cuando Dios cerrara la puerta, pero al final ha ocurrido exactamente lo contrario".
Durante el acto, diferentes figuras del mundo de la cultura le han dedicado unas palabras a Almudena Grandes. La actriz Blanca Portillo leyó unas páginas de una de las obras de la escritora, mientras que la también escritora, Marta Sanz, le dedicó unas palabras sobre el escenario, destacando la forma en la que hablaba de Madrid en sus obras.
El exmagistrado Baltasar Garzón o el cantante Miguel Ríos fueron algunas de las personalidades que acudieron al acto, aunque la presencia más destacada fue la del cantautor Joaquín Sabina. El artista dio un discurso a la que fue su amiga despidiéndose con unas emotivas palabras, "ustedes no saben por qué voy siempre con sombrero. Estaba esperando el momento para quitármelo en honor a Almudena Grandes".