{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
La idea era hablar con neurocientífico cognitivo Manuel Martín-Loeches para entender una cosa clave: ¿Somos los humanos tan listos como nos creemos? O lo que es lo mismo: ¿Nos creemos más listos de lo que somos? Su respuesta, directa y a la yugular, no te va a dejar tranquilo: "Somos más listos de lo que creemos, pero no lo gestionamos bien". Así que por ahí va la cosa: en saber para qué se debe usar qué. En cómo usarlo todo al servicio de un único fin: intentar ser lo más felices posibles, que podría parecer una obviedad, pero por lo visto no lo en absoluto. Aquí va un paseo por tu cerebro para tratar de comprender un poco mejor la historia de la inteligencia humana.
Empecemos por el principio: ¿qué es la inteligencia?
Lo que utilizas cuando no sabes lo que hay que hacer. Tiene que ver con comportamiento flexible, con ser capaz de afrontar problemas nuevos con respuestas nuevas.
¿Por qué no somos más felices, siento tan listos?
Porque nuestra inteligencia se encuentra en un cerebro que no necesariamente busca la verdad, sino respuestas que le dejen satisfecho. Y además las defiende a capa y espada. A la larga esas respuestas se pueden demostrar ineficaces o incluso falsas, pero ya es tarde: ya las hemos hecho nuestras.
¿Qué tres cosas deberían cambiar para ser más felices en este mundo complejo?
En primer lugar, constatar que tan complejo no es el mundo (el social al menos). En segundo lugar, que debemos desprogramar el rechazo a lo ajeno, a otros grupos, que nos viene de fábrica. En tercer lugar, hacer más caso a la ciencia, y funcionar como esta lo hace: basándose en verdaderas evidencias y corrigiendo las propias creencias cuando las evidencias las desmientan .
¿Nos guiamos por la inteligencia o por los sentimientos?
Por ambos. Son, en el cerebro humano, prácticamente inseparables
¿Eso nos hace bien?
Es como estamos hechos, para bien o para mal. Creo que para bien. En cualquier caso, las emociones son el motor de todo, son lo que nos mueve. Sin ellas, no haríamos nada, y la inteligencia no tendría a qué ni a quién prestar servicio.
¿Qué tres cosas crees que rigen cómo nos comportamos cuando nos enamoramos?
Compartir nuestra vida, nuestros sentimientos, nos lleva a enamorarnos. Rigen el perdón o ignorancia de los defectos del otro, y la exaltación de sus virtudes, de manera que nos encontramos en la situación ideal, perfecta.
¿Y en una ruptura?
Muchas cosas. La decepción, el desengaño, la necesidad de reilusionarse.
Lo que más te ha impactado personalmente de lo que la neurociencia y la psicología han descubierto del cerebro últimamente
No tan reciente, pero es lo más asombroso: el enorme peso de los procesos cerebrales inconscientes sobre nuestras decisiones y acciones.
Si nos parásemos a pensar 30 minutos, ¿qué descubriríamos?
Para la mayoría de las cosas no necesitamos tanto tiempo. Nuestro cerebro lo hace normalmente muy rápidamente. Para asuntos más difíciles, dale su tiempo, pero no le fuerces, ya lo hará él solo y mientras piensas o haces otras cosas.
¿Y tres horas?
A veces podemos estar días o meses incubando una decisión. Pero no podemos estar todo el tiempo haciéndolo conscientemente. Es agotador
¿Sueles sentarte, simplemente, a pensar?
Creo que andando se piensa mejor. Las excursiones por el campo son un buen ambiente de pensamiento.
Hablas mucho de las narrativas en el libro: ¿para qué sirven los relatos que nos hacemos de nosotros mismos y de la realidad que nos rodea?
Los relatos han respondido a varias preguntas fundamentales que se hace nuestro cerebro (son universales): quiénes somos, de dónde venimos, cómo es el mundo, etc. Esto satisface nuestros instintos exploratorios y nos genera bienestar. Lo malo es que, fuera de la ciencia, la mayoría de las narrativas que se han creado son insostenibles, a pesar de lo cual luchamos por ellas.
¿Se puede vivir sin épica?
Seguro que sí, pero es menos interesante
¿Por qué nos enganchamos a cosas que nos hacen mal?
Que las emociones y la inteligencia estén tan entrelazadas nos lleva muchas veces a no usar bien nuestra inteligencia. El querer conseguir gratificaciones inmediatas nos conduce a equivocarnos.
¿Cómo nos influye en nuestro día a día los errores de sesgo de nuestro cerebro?
La verdad es que la mayoría de los veces ni los detectamos. Y cuando lo hacemos, hacemos como si no existieran
La gente teme y se asombra a partes iguales de la IA. ¿Crees que una máquina llegará a ser tan lista como nosotros?
Y probablemente más. Ya andan cerca.
¿Te da miedo personalmente la IA?
En absoluto, será de gran ayuda. La IA no tiene ambiciones humanas: no querrá dominar el mundo. Eso sólo lo desean algunos seres humanos
¿Y envejecer?
Miedo no. Ole por mí que voy alcanzando edades a las que otros no han llegado. Lo que me preocupa es la merma de la salud que conlleva, eso sí.
Una cosa que cambiarías de tu propio cerebro
Me siento muy a gusto con él, incluidos sus muchos defectos.
¿Somos la especie más impredecible de la tierra?
Absolutamente.
¿Crees que nos lo acabaremos cargando todo o seremos más listos que eso?
Tengo esperanzas. Los tontos muy tontos no son tantos, aunque hagan mucho ruido
¿Cómo te imaginas el mundo en 20 años?
No muy diferente del de ahora, aunque probablemente un poco mejor.
¿A qué descubrimiento del cerebro te gustaría que la ciencia llegase aún estando tu vivo?
Cómo una materia viva como son las neuronas es capaz de producir experiencias subjetivas.