Egos, envidia, deseo, rivalidad. ¿Cómo se relacionan las personas -autores, editores, agentes, lectores- dentro del complejo mundo editorial? ¿Cómo es ese universo, de puertas para adentro, en el que el talento se da de frente (o no) con el reconocimiento de los otros? De eso va 'Los pecados de Marisa Salas', la nueva novela de Clara Sánchez, nombrada desde hace nada Sillón X en la Real Academia de la Lengua y desde hace años premio Alfaguara, Nadal y Planeta. En definitiva, una historia que recrea el devastador impacto emocional del éxito y el fracaso cuando no se han entendido bien.
¿Qué es el éxito para Clara Sánchez?
No estar obsesionada por él. Poder llevar la vida que me gusta llevar sin presiones de tener que estar muy por encima de los demás.
¿Y el fracaso?
Dedicar demasiado tiempo a que los demás te envidien.
¿Crees que en el 2023 estos dos conceptos nos hacen bien o por el contrario nos hacen infelices?
Mantener el éxito constante es insoportable, al principio puede dar un subidón, pero a la larga es una esclavitud. Y el fracaso es una secuela del éxito. Una cosa es la ambición de llegar a ser bueno en algo porque te compensa emocionalmente y otra es la exhibición permanente.
¿Qué has intentado retratar en 'Los Pecados de Marisa Salas'?
Los escritores siempre estamos justo al borde del éxito y el fracaso. Y Marisa Salas saborea los dos pero de una manera como nunca podría haberse imaginado. El éxito es el gran manipulador de mentes. Es el gran negrero de nuestro tiempo. Hay que atarlo corto.
¿Funciona muy diferente el mundo editorial a lo que la gente cree?
Como cualquier otro mundo en que se pone en juego la autoestima, el reconocimiento y en que despendes de gustar a mucha gente. Intentar seducir y no lograr seducir es muy frustrante. Te obliga a regresar a casa con la cabeza baja, preguntándote por qué, por qué, por qué. Marisa Salas se hunde en esta pregunta y encuentra la respuesta.
¿Crees que hay muchas envidias?
Como en todas partes, solo que aquí alcanzan un nivel de dolor distinto porque no se trata de dinero, no de ser más guapo, se trata de talento, algo muy sutil que no puede comprarse, y también se trata de suerte, algo igualmente extraño. A Marisa Salas la vida le da una segunda oportunidad para saldar los enormes celos que desde hace 30 años sentía hacia otra escritora.
¿Los escritores se critican mucho entre sí?
Yo he tenido la inmensa suerte de haberme encontrado con escritores que admiro mucho y que me han ayudado. Pero en otras épocas, en nuestro siglo de Oro por ejemplo, se lanzaban verdaderas puñaladas verbales y se llegaba a las manos, no había compasión. Ahora los misiles no se sabe de dónde vienen. Los odiadores de las redes hacen toda esta labor con gran eficacia.
¿Para escribir hay que ser vanidoso?
La vanidad no es patrimonio de los escritores, diría que cualquiera que está musculándose en un gimnasio lo es más. Pero sí que somos osados a la hora de pretender inundar con nuestras emociones y desvaríos a otras personas.
Qué escritor o escritora te gustaría haber conocido
De los que admiro solo necesito sus libros. No me gustaría conocerlos. Si están por debajo de lo que escriben supondría una decepción y si están por encima, también.
Si piensas en tu Sillón con la X, ¿cuál es el primer pensamiento que te viene a la cabeza?
Enigma, lo que está por venir. Es la vida por descubrir.
¿Crees que sería posible 'fleXibilizar' y feminizar un poco la Real Academia?
Ya se está haciendo. Ya no se contemplan los méritos de un candidato por encima de los méritos de una candidata. Y eso quiere decir que avanzamos.
¿Llevas bien el paso del tiempo?
La edad solo es importante y determinante para la gente sin imaginación. Me encanta pensar en el tiempo. Es misterioso. Es una idea grandiosa que nos aplasta. Por eso le he dedicado mi discurso de ingreso en la RAE.
Si tuvieses que decir una cosa de la que te arrepientes, ¿cuál sería?
De haber sufrido a veces más de la cuenta y sin sentido, de haberme faltado algo de frivolidad y ligereza.
¿La experiencia es un grado?
Lo de la experiencia es una tontería porque siempre hay que enfrentarse a algo nuevo tengas la edad que tengas. La experiencia sirve en la profesión, no en la vida.
¿Qué le dirías a la Clara que empezó a escribir a los 20 desde lo que sabes ahora?
No tengo nada que reprocharle a aquella Clara porque sus errores de entonces continúan siendo mis errores de ahora.
¿Qué le dirías a la Clara que ganó el premio Alfaguara, Nadal y Planeta desde lo que sabes ahora?
Que hizo bien en comprometerse con lo que hacía y en perseguir sus sueños, pero que ojalá no se lo hubiera tomado todo tan a pecho, cosa que sigo haciendo ahora. No tengo remedio.
Un deseo para Marisa Salas
Que disfrute escribiendo, imaginando, viviendo y que relativice el éxito porque el éxito siempre se ve en los demás, es un espejismo insoportable.
¿Y para Clara Sánchez?
Paz y serenidad. Salud para darme esas grandes caminatas, que me encantan, mientras pienso en la vida y en qué será eso del tiempo.