'Oliver Twist', 'David Copperfield' o 'Cuento de Navidad'. Si algo tienen en común estos títulos es que son obras de uno de los grandes escritores de la historia literaria, del británico Charles Dickens. No obstante, el novelista fallecido hace ya más de un siglo sigue dejándonos incógnitas en algunos de sus escritos. Ahora mismo su manuscrito llamado 'La carta de Tavistock' es uno de los grandes enigmas a los que se enfrentan los investigadores del Dickens Code Project porque está redactado en una versión modificada de un método conocido como braquigrafía. Tanta es la complicación que ofrecen una recompensa para lograr descifrar el manuscrito.
Los científicos encargados de descifrar el código, de la Universidad de Leicester y de la de Foggia, no han logrado por el momento llegar a una traducción, por eso piden ayuda. "Es como jugar al Scrabble en la cabeza. A Dickens claramente le gustaban los juegos de palabras y los rompecabezas, de ahí el uso de este sistema", contaba Hugo Bowles, profesor de inglés en la universidad italiana de Foggia al diario The Times sobre las peculiaridades del autor.
Dada la dificultad, han decidido ofrecer una recompensa valorada en 360 euros que está financiada por el Consejo de Investigación de Artes y Humanidades. Eso sí, hay cuenta atrás, ya que el premio irá al que consiga descifrar la carta antes de que finalice el año. Una tarea complicada teniendo en cuenta cómo está escrita la carta y que a Dickens le gustaba hacer una escritura algo desordenada que también dificulta la traducción.
No obstante, y como es lógico, cualquiera no puede aventurarse a conocer qué dice este manuscrito del escritor británico, ya bastante nos cuesta entender la letra del médico. Según apuntan, para descifrar esta carta es necesario saber descodificar, ya que los investigadores llevan tiempo probando diferentes técnicas, desde encontrar palabras ya traducidas o trabajar hacia atrás hasta poner en práctica una metodología de aprendizaje automático. ¿El problema? Que por el momento no han dado resultado por la falta de material sobre el autor que pueda ayudar a averiguar los patrones que seguía.
En todo caso, sí que a lo largo del tiempo han logrado revelar algunas partes gracias al cuaderno que se encuentra guardado en la Biblioteca John Rylands de la Universidad de Manchester. Pero como se comentaba antes, la desordenada caligrafía y redacción del autor ha complicado por completo poder descifrar lo que se esconde en el escrito. Tras 150 años sin conocer su contenido, ¿se podrá ahora, por fin, descubrir qué dice 'La carta de Tavistock'?.