Casi siete meses después de su fallecimiento, la escritora Almudena Grandes ha recibido un homenaje en el Teatro Español de Madrid en el que se le otorgaba a título póstumo la distinción de Hija Predilecta de la ciudad de Madrid, un acto al que acudieron familiares, amigos y políticos, con la especial presencia del poeta Luis García Montero, viudo de la escritora, que recogió la distinción acompañado de sus tres hijos. Un sentido homenaje en el que uno de los momentos más emotivos lo protagonizó Joaquín Sabina.
"La emoción de la gente poco a poco va haciendo que vayamos encontrando sentido a una vida en la que nos hemos quedado flotando", señaló García Moreno encima del escenario, donde se sintió arropado por el aplauso y la ovación del patio de butacas.
Joaquín Sabina era gran amigo de la escritora y subió al escenario a dedicarle unas palabras. "Ustedes no saben por qué voy siempre con sombrero. Estaba esperando el momento para quitármelo en honor a Almudena Grandes", dijo el cantautor mientras se retiraba el sobrero de su cabeza antes de abandonar el escenario.
"Madrid es un poquito menos Madrid sin Almudena, de igual forma que Rota es un poquito menos Rota. Almudena ocupaba un espacio tan grande, tan amplio, que es insustituible", explicaba Sabina, que también recordó uno de los momentos más emocionantes que ha vivido, "lo que sucedió en su entierro".
"La gente con sus libros. El último entierro conmovedor que yo había visto fue el de Tierno Galván... creo que el de Almudena fue todavía más conmovedor, por eso tenía tanta energía, motor, y capacidad de trabajo y no trabajo", rememoró el cantautor, que además señaló que “es imposible considerarla póstuma, como esa novela que va a sacar ahora”.
Ella "vivirá siempre en sus libros, en los maravillosos poemas de Luis García Montero, y en el corazón de sus amigos, que la queremos, que la quisimos tanto", expresó Sabina. El artista también contó que Grandes solía darle los manuscritos de sus novelas antes de su publicación para conocer la opinión del artista y le diera correcciones. "Nunca encontré una coma que corregir, sino mucha literatura que admirar", dijo orgulloso el artista sobre su amiga.