Mañana desapacible, de las que es mejor guarecerse. Pero eso no ha impedido que cientos de personas se hayan desplazado hasta la Casa de América en Madrid para darle un último adiós a Pablo Milanés, fallecido a los 79 años a consecuencia del cáncer que venía padeciendo desde hacía años.
Madrid fue la ciudad donde Milanés vivió los últimos años. Se trasladó a la capital de España para poder recibir mejor atención médica y en Madrid centró toda su actividad. Puede que también sea su última morada, aunque Federico Pérez Rey, cuñado de Milanés y representante de la familia, no ha informado sobre el destino final de los restos del músico ni si se hará un homenaje en Cuba.
Junto a ciudadanos anónimos, figuras del mundo de la cultura también se han ido acercando a la capilla ardiente. El actor Juan Echanove y los músicos Fito Páez y Caco Senante, todos amigos de Milanés, han sido de los primeros en llegar.
El artista argentino ha declarado que tenía proyectos conjuntos con Milanés: un disco de tangos que estaba en preproducción. Para Fito Páez, Pablo Milanés era "un hermano", además de uno de los mejores cantautores de este siglo. Según el cantante: "Una máquina de hacer canciones perfectas, no tiene descartables”.
Parece que la música de Milanés continuará en un disco póstumo, continuación de 'Querido Pablo' y 'Pablo Querido', que contará entre sus invitados con Alejandro Sanz, Juanes y Caco Senante.
El músico canario ha sido uno de los más expresivos a la hora de rendir homenaje al cantautor canario. “Tenía un gran sentido de la justicia y nunca cerró su boca para decir lo que pensaba. A pesar de las consecuencias, la verdad siempre estaba por delante”.
Por su parte, Juan Echanove, uno de los más emocionados, ha declarado que pensaba que Milanés podría haber superado este nuevo avance de la enfermedad. "Con Pablo siempre tenías la sensación de que podría vencer al cáncer otra vez".
Una de las cantantes con las que Milanés compartió más veces escenario fue con Massiel, quien no ha podido reprimir las lágrimas al hablar del músico. “Era una bolita de amor y sensibilidad”, ha logrado afirmar. Ambos se conocieron en 1076 en una comida a la que también iba a acudir la cantante Cecilia, fallecida ese mismo día en un accidente de tráfico.
Para Massiel, Milanés representa lo mejor de la música latinoamericana: "Era capaz de transmitir con la voz y la mirada”, ha asegurado.
Centenares de seguidores de tres generaciones han querido agradecerla a Pablo Milanés los más de 50 años de música y canciones inolvidables acercándose a su capilla ardiente. Muchos de estos seguidores son cubanos y otros muchos simples ciudadanos unidos por la poesía y la música de uno de los últimos trovadores. Las fotografías muestran la imagen del músico en blanco y negro con el puño en alto y una enorme cantidad de flores y coronas de admiradores y amigos como Joaquín Sabina y su mujer, Jimena Coronado, que hasta este mediodía no había acudido al último adiós de Pablo.