Se han convertido en la pareja del momento, más después de anunciar su compromiso de boda tras el lanzamiento de su EP conjunto, ‘RR’. Rosalía y Rauw Alejandro han sacado el videoclip de ‘Vampiros’ y hay más de un aspecto que no ha pasado desapercibido para el público, especialmente para el más experimentado, que ha localizado con rapidez uno de los escenarios de Barcelona por el que se pasean: el bar Marsella, en pleno Raval y el mas antiguo de la ciudad.
La pareja de artistas ha elegido el local para filmar parte del vídeo de su canción, un bar que abrió sus puertas en 1820. Allí, Rosalía y Rauw Alejandro, convertidos en vampiros, piden absenta, la bebida icónica del local en el que, a lo largo de sus 200 años de historia, personalidades como Salvador Dalí o Ernest Hemingway eran asiduos a su barra porque durante años fue un punto de encuentro para artistas e intelectuales.
El bar Marsella estuvo al borde del cierre en 2013, pero tras la presión ciudadana, el Ayuntamiento lo compró para que este icono de la ciudad siga abierto en la actualidad y personalidades como Rosalía se hayan fijado en él para grabar un videoclip que se acerca a los dos millones de visitas. Entonces el propietario del edificio quería venderlo, incluido el local donde está el Marsella por un millón de euros. Finalmente, con el acuerdo con el Ayuntamiento, se logró salvarlo y hoy la tercera generación de dueños conserva la decoración original, José Lamiel es quien dirige el bar, después de que antes que él lo haya hecho su padre y su abuelo.
Lo cierto es que la catalana y su prometido se pasean por las calles oscuras del Raval, completamente desiertas de noche en las que se encuentran el Marsella abierto y no dudan en posarse en la barra en la que algún día personalidades como Picasso fueron clientes.
El bar Marsella no es el único lugar icónico de la ciudad por el que se han paseado Rosalía y Rauw Alejandro. Cerca de la sala Razzmatazz hay una churrería mítica en la que más de uno para tras un concierto o noche de fiesta, lo mismo que ha hecho la pareja. Y si eres cinéfilo, habrás relacionado rápidamente el lugar del final del vídeo con ‘Vicky, Cristina, Barcelona’. Sí, ese edificio, la Casa Corberó, formó parte de la película de Woody Allen.