Hace poco te contábamos del malestar que había expresado Alejandro Sanz en redes. Un mensaje preocupante ("a veces no quiero ni estar") que sin embargo luego ha intentado matizar para tranquilidad de sus millones de seguidores, esos que, como nosotros, confía en que pronto se giren las tornas y el cantante vuelva a la senda de la felicidad.
Dicho esto, las cosas, de momento no pintan bien, ya que son una serie de catastróficas desdichas las que se han cernido en los últimos meses sobre el intérprete.
Al parecer, tal como cuenta El Mundo, "el juzgado de primera instancia número 47 de Madrid ha condenado al artista a hacer frente a una deuda millonaria en la compra de dos lujosas propiedades en Miami por siete millones de dólares y prepara el embargo de sus bienes". Y ya hace dos años, una Corte de Miami habría condenado a Sanz al pago de tres millones de dólares por la compra de esas residencias.
Como consecuencia de esta esta caótica situación, que según consigna 'Espejo público' data de hace por lo menos siete años, el cantante habría tenido que vender tanto sus propiedades en EE UU como, y esto seguramente será lo más hiriente, su finca en Cáceres, llamada El sueño de los parrales: 32 hectáreas cercanas a Jarandilla de la Vega que han sido siempre su refugio. Una tierra que incluso fue el escenario de su boda con Raquel Perera, en 2012.
Pero si hablamos de amores, una más: su ruptura con la artista plástica y modelo cubana Rachel Valdés con la que convivía desde 2019. Al parecer la relación se ha terminado y eso, naturalmente, habría influido en el ánimo del artista. Aunque, nuevamente a través de sus redes sociales, Sanz ha querido dejar en claro que su posible depresión nada tiene que ver con su ex pareja, a la que considera "una mujer increíble a la que quiero, admiro y de la que solo puedo decir cosas buenas. Mi estado de ánimo nada tiene que ver con ella. Pido respeto para ella y su trabajo", decía en un nuevo post.
El cariño y respeto que existen entre Sanz y Valdés, sin embargo, no impide que el cantante hable abiertamente de su malestar. "Es un agujero que se te hace aquí (se señalaba el pecho) de repente y no sabes muy bien por qué... y desde este agujero aquí en el pecho os quiero dar las gracias, por estar ahí y por entenderme" dijo al reencontrarse con su público en Pamplona.
El portal Cuore también recoge declaraciones del periodista Nacho Gay en el sentido de que Sanz habría sido víctima de la traición y estafa por parte de un colaborador cercano: "Hace unos años, en una inspección fiscal, Alejandro Sanz descubre que tiene un agujero muy grande de dinero en todas sus cuentas. Él tenía sus cuentas en manos de un administrador, de su hermano, de Rosa Lagarrigue, que era su representante y con quien acaba muy mal y los tribunales le condenan a pagarle 4,5 millones de euros. En ese momento, pone la empresa en manos de un directivo de Universal y hacen una reestructuración de todo esto".
Esto lo corrobora el periodista Jordi Martín quien ha declarado que Alejandro "ha sido estafado, lo ha engañado un íntimo amigo suyo, una persona de su máxima confianza quien le organizó su gira de hace un año y medio en Estados Unidos. [...] Cuando acabó (la gira) tienen discrepancias y le reclama una cifra de 200.000 euros al cantante. Él se niega a pagarle y este exrepresentante lo demanda en la corte de Miami" ha asegurado el periodista.
Por si fuera poco, el sábado 17 de junio Sanz se reencontraba con su público catalán en el Palau Sant Jordi, una ocasión ideal para recuperar esas energías que solo se dan entre un artista y sus seguidores, pero en algunos de los momentos más emotivos del concierto, cuando el cantante apuraba algunas confesiones el sonido falló (algo muy inusual en este tipo de superproducciones) y ya no volvió a funcionar del todo bien durante el resto del show.
La luz al final del túnel, para Sanz parece estar en el cariño de su público, (“No quiero suspender la gira -dijo hace algunas semanas- porque creo que con la ayuda correcta y un poco de comprensión y apoyo en los shows, lo vamos a sacar adelante”) y sobre todo en la responsabilidad con la que parece estar asumiendo la 'depresión secundaria por estrés' que lo aqueja. Esa "ayuda correcta" a la que todos debemos acudir en situaciones similares no es otra que la de los profesionales de la salud mental.
Después de todo, no todo son malas noticias para Alejandro, ya que el pasado 12 de junio Sony Music comunicaba con bombos y platillos el fichaje del artista, que interrumpió temporalmente su gira para firmar su nuevo contrato. “Feliz de unirme a la familia de Sony Music, una compañía en la que tengo muchos amigos, con los que comparto el amor por la música. Estoy seguro de que juntos nos vamos a divertir haciendo lo que más nos gusta", dijo.