En 1982 los escoceses Simple Minds eran un banda mimada por la crítica con una legión de seguidores no muy numerosos pero muy fieles a su art-rock con ínfulas experimentales. 'New Gold Dream (81, 82, 83, 84)', publicado ese año, cambiaría su historia para siempre y les convertiría en una de las bandas de rock más grandes de los 80. De alguna manera fue su propio 'The Joshua Tree' antes de 'The Joshua Tree'. El mismo Bono reconocería la influencia que tuvo ese álbum en la evolución de U2. Más de 40 años después, Jim Kerr y compañía han vuelto a grabar en directo su obra más emblemática en el impresionante escenario de la Abadía de Paisley, del siglo XII, y el resultado será publicado el próximo 27 de octubre.
“Cuando se trataba de elegir un lugar para recrear ‘New Gold Dream’, queríamos hacerlo cerca de casa. Pero también tenía que estar en algún lugar con algo de grandeza y algo fuera de lo normal, porque es un álbum especial para nosotros. Y así la Abadía de Paisley, cerca de Glasgow, conociendo su historia y viendo su grandiosidad como edificio, pensamos que era el lugar para grabar algo especial”, explica Kerr.
Como avance de lo que espera en ‘New Gold Dream – Live From Paisley Abbey’ acaban de sacar a la luz un video de 'Someone, Somewhere In Summertime', que prueba que la sonoridad que aporta el incomprable recinto y la ejecución de la banda son impecables. Aunque su popularidad ya no es la que disfrutaron décadas atrás, es indiscutible que la banda británica vive un gran momento, reivindicando su legado en grandes giras mundiales y demostrando que el rock de su generación aún sigue siendo fuente de inspiración para las nuevas generaciones.
Después de cuatro discos como 'Life in a Day' (1979), 'Real to Real Cacophony' (1979), 'Empires and Dance' (1980) y 'Sons and fascination/sister feeling calls' (1981), que podían emparentarles con bandas como Ultravox, Magazine o incluso Roxy Music, 'New Gold Dream (81, 82, 83, 84)' significó un ascenso a la primera división de la industria para Simple Minds, en términos de fama y estatus.
En aquel quinto disco trabajaron bajo la batuta del productor Peter Walsh, que les ayudó a encontrar el sonido que buscaban, más sofisticado, espacioso y cinematográfico. Temas como 'Promised You a Miracle', 'Glittering Prize' o la propia 'Someone, Somewhere In Summertime' les dieron a conocer a un nuevo público más amplio y les permitieron asaltar las listas de éxitos.
A partir de aquí Simple Minds no hicieron sino crecer, en todos los sentidos. Con 'Sparkle in the Rain' (1984) y 'Once Upon a Time' (1985) alcanzaron ya su versión más grandilocuente y masiva, apuntalada por la popularidad que alcanzaron con el single 'Don't You (Forget About Me)', incluido en la banda sonora de 'El club de los cinco' y uno de los más exitosos de la década. Pero 'New Gold Dream' queda como el punto de equilibrio exacto entre ambición creativa y accesibilidad en el que se cimenta su reputación. La clase de disco que pone de acuerdo a todos, público y crítica. Su auténtico Santo Grial.