Patillas, guitarras y otras sustancias: el cómic que te cuenta las peripecias de Fito

  • Kike Babas y Kike Turrón recorren la vida y obra del rockero bilbaíno en la novela gráfica 'Fito. Y por supuesto la luna'

  • La biografía plasma en viñetas desde los orígenes humildes en el barrio a los grandes estadios a rebosar, de Platero y Tú a Fito & Fitipaldis

  • "Hemos tratado con mano izquierda temas personales. Por ejemplo, su relación con las sustancias tóxicas. Pero no nos hemos dejado nada", nos cuentan los autores

En el rock español hay pocas estampas más reconocibles que la de Fito Cabrales. Sus patillas, sus aros y su gorra son tan características como la capucha de Batman o la levita de Mortadelo. Por eso resulta tan natural verle convertido en personaje de cómic. Por eso y porque es lo más parecido que tenemos a un superhéroe en el panorama musical nacional. De chico de barrio de orígenes humildes a estrella absoluta capaz de llenar estadios de cualquier tamaño. Kike Babas y Kike Turrón también lo entendían así y por eso 'Fito. Y por supuesto la luna' (BAO Komikiak) es una novela gráfica y no una de las biografías al uso como las que ya han dedicado a algunas de las figuras más emblemáticas de nuestra música. Hablamos con Los Kikes sobre cómo se gestó este proyecto en viñetas sobre la vida y obra del rockero bilbaíno, desde sus inicios como camarero en todo tipo de bares hasta su eclosión con Platero y Tú y su posterior consagración al frente de Fito & Fitipaldis.

¿Cómo surge la idea de hacer una biografía en formato ilustrado sobre Fito?

Kike Babas - Nos dimos cuenta que aquí no se ha hecho apenas novela gráfica sobre artistas autóctonos y se nos iluminó la bombilla. ¿Y por qué no intentarlo? Y nos dijimos: pues empecemos con el más grande… ¡Y bingo! A Fito le encantó la idea y nos pusimos manos a la obra.

Kike Turrón - Llevábamos publicados varios libros biográficos “al uso” (texto y fotos), trabajando el formato biografía autorizada para Leño, Los Rodríguez, Manu Chao, El Canijo de Jerez, Rosendo y muchos más, y cuando pusimos sobre la mesa esta idea de darle otra dimensión al rock de aquí, nos pareció una idea no solo acertada, sino necesaria. Al editor, BAO Komikiak, le pareció que teníamos razón y que había que probar este formato.

¿Os inspirasteis en algún trabajo o artista foráneo?

Babas - Había un referente que nos impactó, “Morrison Hotel” de Leah Moore, que trata sobre ese disco de The Doors. Me tocó traducirlo para su edición española y fue una fuente de inspiración para nuestro trabajo, participan un montón de dibujantes de la escuela Marvel y DC y mezcla con sabiduría imaginación y hechos reales. Luego descubrimos muchos más cómics en ese sentido (The Grateful Dead, Beethoven) y nos dijimos: este camino hay que explorarlo aquí.

Turrón - Buscamos, estudiamos lo que había, también entramos a bibliotecas, a eso hay que sumarle que somos de esa generación que se crio entre las viñetas de Ibáñez, los Tintín y los Asterix, que somos también de los que pasaron por el Vívora o el TMEO. Un mezcladillo de todo eso proporcionó una idea aproximada de los que buscábamos.

¿Es muy diferente la preparación y escritura en este formato a lo que habías hecho antes en el terreno de las biografías?

Babas - En cuanto a documentarse es similar, hay que saberlo todo del artista. Pero luego, desarrollar el trabajo, es muy diferente, en un libro al uso te defiendes solo con las palabras. En un cómic las palabras están al servicio de la ilustración, y a veces ni son necesarias. Tuvimos que aprender una nueva forma de crear: inventar dibujos que desarrollarían otras personas. Es un trabajo en equipo.

Turrón - Si, es diferente. Todo tiene que estar detallado, resumido, la tarea de documentación es compleja y larga, todo detalle que los guionistas podamos aportar al dibujante es importante. Además, cuando empiezan a nacer los bocetos que crean los dibujantes uno tiene la sensación de que cada viñeta es una obra de arte que debería ser enmarcada por si misma.

Contáis con muchos dibujantes en la obra ¿Fue sencillo el proceso colaborativo con ellos?

Babas - Sencillo no sería la palabra. Porque es muy laborioso y entraña cierta complejidad: has de explicar a un artista (el ilustrador), con tus propias palabras, lo que tienes en la cabeza, y luego él va a interpretar a su manera y ambas partes se tienen que quedar a gusto. Pero la comunicación fue muy fluida y amistosa con todos los dibujantes en todo momento, lo cual facilitó mucho llegar a un resultado final satisfactorio.

¿Cómo definiríais a Fito en tres palabras?

Turrón - Es la hostia.

¿Cómo un humilde chico de barrio llega a convertirse en un superhéroe patrio del rock de estadios?

Turrón - De eso trata este comic. La vida de Fito es de manual rockero hasta cierto momento. Hay una parte del libro en la que puede identificarse un montón de gente que vivió la música, que hizo su banda y que se encerró horas y horas en un local y luego kilómetros y kilómetros en una furgoneta, muchos incluso lograron cierta repercusión, algunos llegaron a vivir de la música, del rock… y luego está Fito, que es LA estrella del rock y ese humilde chico de barrio. 

¿Qué consideráis que es lo más fascinante de la biografía de Fito?

Turrón - Son muchos momentos los que me parecen emocionantes en este libro… El capítulo en Londres, cuando Fito se convierte en negro, el capítulo de la Cuadri del Hospital, uff, ¡es que hay tantos! Recorremos toda la vida de Fito, desde que nace hasta que nos recibe, a Kike y a mí, para darnos el ok a la biografía en comic. 

Tres momentos que consideréis imprescindibles en su trayectoria

Turrón - Nacer en Bilbao. Decidir entregarse al rock con la aventura de Los Platero. Reinventarse y convertirse en Fito y los Fitipaldis.

En el libro también tocáis momentos íntimos de su vida pero me parece que no ponéis tanto el foco ahí ¿Ha sido fácil encontrar el equilibrio entre el hombre y el artista?

Babas - Repasa su infancia, adolescencia, juventud, su periodo en la mili, sus trabajos de camarero, su paternidad, sus periodos de sequía creativa… Son momentos íntimos y personales de su vida, pero, evidentemente, lo que nos parecía más importante era resaltar su faceta artística, que es el motivo final porque el que se hace esto.

¿Habéis omitido en la obra algo que os haya costado dejar fuera?

Babas - No. Hemos tratado con mano izquierda temas personales: por ejemplo, su relación con las sustancias tóxicas. Pero no nos hemos dejado nada.

Turrón - De ninguna manera, este libro de comic tiene el mismo rigor que las que hemos hecho con solo texto y fotos, es la vida de Fito con lo bueno, lo malo, con las decisiones, con los miedos y con los éxitos. 

Me ha gustado mucho la historia de Soldadito Marinero dibujada por Alejandro Merino. Contadme cómo se os ocurrió y cómo afrontasteis este segmento

Babas - Esa historia es, digamos, una “licencia poética”, una de esas cosas que te puedes permitir creativamente al novelar una biografía. Fito ha contado muchas veces que la historia “Soldadito marinero” le vino del tirón, que no está basada en hechos reales, y yo me pregunté: ¿y si lo hubiese estado? Y de ahí imaginé al abuelo marinero que había participado en la guerra civil y le contaba su historia a Fito. Ha quedado auténtica, la verdad.

¿Sois más de Platero y Tú o de los Fitipaldis?

Turrón - Nos tocó crecer en paralelo a Los Platero. Ellos empezaban y nosotros también, con lo nuestro, esto de escribir sobre música. Nos vimos varias veces, también en concierto, incluso nos llamaron para entregar unos discos de hora que ganaron con el disco en directo. Un día me vi en las oficinas de DRO entrevistan solo a Fito porque sacaba su primer disco en solitario. En fin, soy de ambas orillas pues a las dos las baña un mismo caudal. 

¿Qué le ha parecido la obra a Fito?

Babas - Cuando terminamos el libro y se lo quisimos mandar antes de ir a imprenta nos dijo que de eso nada, que nos teníamos que subir a Bilbao a comer con él y enseñárselo en persona. Fue una comida entrañable, Fito estaba más pendiente de ojear la novela gráfica que de los platos que tenía delante. Según nos comentaba se sentía entre halagado y ruborizado, era su vida interpretada en viñetas y, como es un lector voraz de cómic, sabía detenerse y apreciar los mil diferentes detalles, tanto en las ilustraciones, como en la estructura del guion. En sus propias palabras: “me ha encantado”.

Turrón - Nos transmitido muy efusivamente en persona y en declaraciones públicas que le ha emocionado y encantado la obra, y eso le hace a uno crecer. 

¿Os veis con gana de repetir con la novela gráfica?

Babas - Ya estamos inmersos en el guion de la siguiente. “El Gran Wyoming. Mil palos y ninguno al agua”.