En junio de 2023 Madonna se vio obligada a aplazar su gira mundial tras sufrir una grave infección bacteriana que hizo que la cantante ingresara en un hospital de Nueva York, donde permaneció en coma inducido durante cuatro días. Finalmente, la reina del pop se recuperó y pudo dar comienzo a su gira ‘The Celebration Tour’ meses después por Europa. Ahora Madonna ha empezado con los cinco conciertos que da en el Kia Forum de Los Ángeles, donde ha relatado cómo vivió ese momento que define como una “experiencia cercana a la muerte”.
Fue durante el concierto del 4 de marzo cuando guitarra en mano, con una versión acústica de ‘Burnin’ Up’, se sinceró ante el público asistente para contar su experiencia durante aquellos días en los que tuvo que ser ingresada de urgencia. Un público entre el que se encontraba parte del equipo médico que la ayudó en su recuperación y a los que quiso agradecer su labor. La cantante empezaba su discurso diciendo que “me he caído de muchos caballos y me he roto muchos huesos. Tengo una cadera de titanio. La lista sigue y sigue, pero nada puede detenerme”.
“A todos los que están aquí y que cuidaron de mí y escucharon todas mis interminables quejas y necesidades de predicciones que no pude tener. Sois pacientes y amables, y lo seguís siendo. Aún me ayudáis a cuidar de todos los que conozco que están enfermos. Muchas gracias a todos, donde quiera que estéis”, dijo la artista.
No obstante, quiso centrarse en el doctor Agus, para ella fundamental en su recuperación porque “ha soportado tantas llamadas telefónicas de mi parte. Cuando estuve enferma este verano y literalmente no podía caminar desde mi cama hasta el baño, lo llamaba cada dos días y le preguntaba por qué no tenía energía. ¿Cuándo regresaría? ¿Cuándo volvería a sentirme yo misma? ¿Cuándo podría volver a salir de gira? ¿Cuándo, cuándo, cuándo, cuándo, cuándo, cuándo, cuándo? Todo lo que me decía era: ‘Sal al sol”.
“Necesitas vitamina D para que tus riñones sigan funcionando”, le dijo el médico a una Madonna que nunca ha sido muy amiga del sol. “Odio el sol, pero lo hice de todos modos. Fue muy difícil para mí caminar desde mi casa hasta el patio trasero y sentarme al sol. Sé que suena loco, pero fue muy difícil y no sabía cuándo podría levantarme de nuevo, ser yo misma de nuevo, cuándo recuperaría mi energía”, explicó la cantante de 65 años.
Madonna recuerda que lo primero que dijo tras despertarse del coma fue “no” porque estaba “bastante segura de que fue Dios diciéndome: ‘¿Quieres venir?’, y claro que no”. Hasta su entorno dudaba si volvería al escenario, el mismo Guy Oseary, su manager, se lo preguntó. “Me quité el oxígeno de la nariz, lo miré y dije: ‘En dos malditos meses. Lo juro por Dios”, fue su respuesta.
Durante todo el proceso de recuperación sus seis hijos fueron un gran apoyo para la cantante, que han formado parte en algún momento de su gira al subirlos al escenario con ella. Por eso quiso dedicarles unas palabras en el concierto de Los Ángeles. “Mis hijos son los que realmente me ayudaron a salir adelante, porque trabajaron muy duro y quería decepcionarlos. Así que simplemente fijé una fecha y fecha se hizo realidad. Y tampoco quería decepcionar a mis fans”.